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Ser mayor y homosexual
Según el reportaje de "Documentos TV", los gays de más edad no son bien vistos, incluso, dentro del propio colectivo. El trabajo refleja la historia de españoles que, por su orientación sexual, sufrieron la represión durante su juventud y que, ahora, siguen padeciendo un doble estigma: ser mayor y homosexual. Los protagonistas relatan sus dificultades, su lucha, su sufrimiento, sus expectativas, sus recuerdos y su manera de ver el mundo.
"Salir del armario a los 60" recoge que en España, los mayores de 65 años son el 16,7% de la población y que de ellos casi 700.000 son homosexuales. En otros países como Holanda, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos ya existen asociaciones de gente mayor homosexual, pero el miedo, según el documental, continúa latente en los gays y lesbianas españoles de esta edad. La represión y el temor a ser detenidos, encarcelados o internados en un centro psiquiátrico si alguien descubría su relación, están demasiado impregnados en su piel. No hay que olvidar que hasta hace sólo 25 años, en España, tener una relación sexual con una persona del mismo sexo estaba penado por ley.
"Salir del armario a los 60" recoge que en España, los mayores de 65 años son el 16,7% de la población y que de ellos casi 700.000 son homosexuales. En otros países como Holanda, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos ya existen asociaciones de gente mayor homosexual, pero el miedo, según el documental, continúa latente en los gays y lesbianas españoles de esta edad. La represión y el temor a ser detenidos, encarcelados o internados en un centro psiquiátrico si alguien descubría su relación, están demasiado impregnados en su piel. No hay que olvidar que hasta hace sólo 25 años, en España, tener una relación sexual con una persona del mismo sexo estaba penado por ley.
Durante la dictadura y en los primeros años de la transición, las mujeres estuvieron menos perseguidas. La homosexualidad de los hombres era más visible y más difícil de tapar. Por eso, ellos fueron castigados con mayor frecuencia que las mujeres.
En España no existen residencias específicas ni unidades para gays y lesbianas, en las que puedan no sentirse diferentes.Existe una idea generalizada de que ser gay significa ser joven, atractivo, culto y urbanita. Por eso los mayores con una pequeña pensión, no son bien vistos, incluso, dentro del propio colectivo, según el programa. La marginación de las personas gays puede ser muy grave en la vejez. Por esa razón, muchos gays y lesbianas mayores suelen vivir en sus casas, solos y aislados, sobre todo si no cuentan con la comprensión de su familia biológica .
En España no existen residencias específicas ni unidades para gays y lesbianas, en las que puedan no sentirse diferentes.Existe una idea generalizada de que ser gay significa ser joven, atractivo, culto y urbanita. Por eso los mayores con una pequeña pensión, no son bien vistos, incluso, dentro del propio colectivo, según el programa. La marginación de las personas gays puede ser muy grave en la vejez. Por esa razón, muchos gays y lesbianas mayores suelen vivir en sus casas, solos y aislados, sobre todo si no cuentan con la comprensión de su familia biológica .
Otro de los grandes problemas de los homosexuales mayores es que muchos de los que se contagiaron de VIH en su juventud padecen hoy la enfermedad. Pertenecen a la generación del desconocimiento.
Pedro es un hombre que ha luchado toda la vida en pro de los derechos de los homosexuales mientras intentaba esconder su orientación sexual en el ámbito laboral. Hoy cobra una pensión mínima y subsiste como puede acudiendo a comedores sociales.
Juan vivió toda la vida su homosexual en secreto. Presionado por imperativos sociales, dejó a tiempo a su novia porque no quería hacerla infeliz. Tuvo muchas relaciones de pareja masculinas pero ninguna pudo cuajar como a él le habría gustado, precisamente, porque había que esconderlas.
Fernando es psiquiatra. Tuvo un amor, una pareja estable con la que convivió hasta que el SIDA se apoderó de él y se lo llevó para siempre. Sobrevive a la enfermedad y lucha cada día por robarle tiempo a la vida.
Gloria siente que los prejuicios y la intolerancia le han robado la vida. Supo que era lesbiana a los diez años, cuando aún no entendía el significado de esa palabra y no sabía que había muchas mujeres en España que sentían, en secreto, lo mismo que ella.
Pedro es un hombre que ha luchado toda la vida en pro de los derechos de los homosexuales mientras intentaba esconder su orientación sexual en el ámbito laboral. Hoy cobra una pensión mínima y subsiste como puede acudiendo a comedores sociales.
Juan vivió toda la vida su homosexual en secreto. Presionado por imperativos sociales, dejó a tiempo a su novia porque no quería hacerla infeliz. Tuvo muchas relaciones de pareja masculinas pero ninguna pudo cuajar como a él le habría gustado, precisamente, porque había que esconderlas.
Fernando es psiquiatra. Tuvo un amor, una pareja estable con la que convivió hasta que el SIDA se apoderó de él y se lo llevó para siempre. Sobrevive a la enfermedad y lucha cada día por robarle tiempo a la vida.
Gloria siente que los prejuicios y la intolerancia le han robado la vida. Supo que era lesbiana a los diez años, cuando aún no entendía el significado de esa palabra y no sabía que había muchas mujeres en España que sentían, en secreto, lo mismo que ella.
