Beatriz Gimeno, ex presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (FELGT) de España, dice en su artículo "Lesbianas y vejez: una combinación no demasiado mala" que vivimos en una época en que la vejez se ha convertido en "una palabra sucia".
"El mito de la juventud se ha instalado definitivamente entre las lesbianas y los gays, quienes sostienen una subcultura en la que se rinde culto a la juventud y en la que se desprecia y se denosta, hasta límites increibles, a los ancianos. Sin embargo, como siempre, hay muy pocos estudios relativos a la vejez de las lesbianas", explica.
Pese a ello, señala que lo poco que se sabe sobre este tema parece sugerir que, llegadas a la vejez y paradojicamente, las lesbianas, pueden vivir una vida en la que disfruten, en algunos aspectos, de una mayor calidad de vida con respecto a los gays y a las mujeres heterosexuales, aunque también señala la existencia de discriminaciones específicas que hay que conocer y combatir.
"El problema de la vejez afecta especialmente a las mujeres en una sociedad patriarcal como la nuestra. Al ocupar en esta cultura todavía un lugar eminentemente sexual y reproductor, las mujeres, a lo largo de la historia, sufren de una aún mayor desvalorización en el momento de la menopausia cuando su papel como reproductoras desaparece y su papel sexual, de una manera simbólica, también", señala
Añade que en su vejez, las lesbianas pueden estar necesitadas de atención de salud en mayor medida que los gays. "Si durante toda su vida las mujeres tienen que prestar una atención especial a las enfermedades relacionadas con la ginecología, en la ancianidad esta necesidad es aún mayor. Pero al estar la medicina ginecológica relacionada con la vida sexual y reproductiva de las mujeres, es un sector de la medicina que está especialmente afectado por los prejuicios y por el sesgo patriarcal que todavía rige todo lo que se refiere a la sexualidad femenina", dice.
Plantea que las lesbianas mayores no se sienten solas tan a menudo y disponen de más recursos que los gays para vivir esos años.
"No hay que olvidar que las mujeres viven más que los hombres, por lo que las lesbianas pueden vivir con su pareja y con sus amigas de siempre hasta edades muy avanzadas, hasta edades en las que las mujeres heterosexuales se han quedado viudas y los gays han perdido a su pareja y a sus pares de edad", cuenta.
Como conclusión, la activista española es categórica: "Las lesbianas tendremos que resistirnos a dejarnos llevar por la marea de una sociedad y de una cultura que desprecia e ignora a sus mayores, simplemente porque ese trato es injusto, pero sobre todo porque es suicida: viejas vamos a ser todas".