"Argentina se colocó a la vanguardia mundial en derechos de transexuales en 2012, cuando les dio a las personas la libertad de cambiar legalmente su identidad de género física y legal simplemente porque desearan hacerlo, sin tener que someterse a procedimientos judiciales, psiquiátricos o médico"
Durante 20 años, Analía Pasantino se desempeñó como hombre en la policía federal de Argentina, pero cuando se reveló como mujer transexual, fue obligada a renunciar.
Sin embargo, ahora sonríe y se enorgullece de portar nuevamente una placa de policía. Y el letrero en la puerta de su oficina dice: “Jefe”.
Casi una década después de que los reportes psiquiátricos señalaran que Pasantino sufría de una enfermedad que la inhabilitaba para desempeñar su trabajo, fue readmitida esta semana a la policía, designada como subcomisaria del área de Comunicaciones Judiciales y asesora en temas de Diversidad dentro del departamento.
“Esto es un hito”, dijo Pasantino, de 49 años de edad, el jueves a The Associated Press. “Soy la primer jefe trans en todo Latinoamérica. Esto es algo que no se había dado nunca y es un paso importante para demostrarle a Latinoamérica y al mundo que somos una institución abierta”.
Argentina se colocó a la vanguardia mundial en derechos de transexuales en 2012, cuando les dio a las personas la libertad de cambiar legalmente su identidad de género física y legal simplemente porque desearan hacerlo, sin tener que someterse a procedimientos judiciales, psiquiátricos o médicos. El gobierno legalizó el matrimonio gay en 2010.
“El mundo cambió”, recalcó Pasantino. “Se puede vivir una identidad de género y no es necesario pasar todo lo que pasé yo, esa doble vida”.
Pasantino luchó con su dualidad mucho antes de que se aprobara la ley de identidad de género. Se integró a la fuerza policial como hombre en 1988, y se convirtió en un agente condecorado, un respetado portavoz del departamento y, en su momento, líder de un equipo antinarcóticos. Pero en casa vivía como mujer.
Durante su transición, siempre contó con el amor y el apoyo de su esposa, Silvia Mauro.
Cuando Pasantino comenzó a vestirse de falda y tacón alto, la pareja salió una noche por la puerta de la cochera para evitar que los vieran los vecinos. Conducían por todo Buenos Aires, pero a Pasantino le faltaba valor al principio para bajar del auto.
“Un momento cúlmine fue cuando una vez me dijo: o te bajas, o no salís más de casa así. Te aguanté tres horas maquillándote, vistiéndote, arreglándote. Ahora bájate, anímate. Por eso te digo que fue algo que vivimos juntas”, recordó. Pasantino y Mauro fueron novios en la secundaria y se han mantenido como pareja durante 31 años.
Juntas, combatieron la burocracia que inicialmente les bloqueó cambiar el nombre de hombre de Pasantino en su acta de matrimonio y les impedía obtener sus títulos en leyes. Pasantino, quien tiene cabello rubio hasta los hombros, aún utiliza el mismo anillo de compromiso que usó por primera vez hace 24 años, cuando era hombre.
“Ella me apoyó en todo”, dijo Pasantino sobre Mauro, quien también es abogada. “Fue mi pilar para poder sostenerme en todo esto”.
Pasantino relata que fue obligada a tomar licencia del departamento de policía tras revelarse como una mujer transexual en 2008. Cada tres meses se presentaba a una evaluación psiquiátrica con la esperanza de reintegrarse al departamento, pero la comisión a cargo de su caso extendió su licencia en repetidas ocasiones.
“Siempre fue catalogado como como una enfermedad”, contó. “El diagnóstico final fue trastorno de identidad de género, que la hacía irrecuperable para la fuerza policial”.
Entonces se presentó un cambio en la cúpula de la policía federal y fue readmitida, dijo Pasantino.
También agradece los esfuerzos de Mara Pérez, una mujer transexual que es titular del Área de Diversidad y No Discriminación del Ministerio de Seguridad de la nación.
“La gestión de Mara fue invaluable”, admitió Pasantino. “Cuando le dijeron que no, bajo las administraciones pasadas, ella siguió intentándolo hasta que lo logró.”
Esta semana, Pasantino se sintió abrumada por los mensajes de apoyo de ex colegas y solicitudes para entrevistas una vez que fue readmitida en el departamento de policía en medio de los flashes de las cámaras en una conferencia de prensa televisada, al lado de la ministra de seguridad de Argentina y del jefe de la policía federal.
“En un momento me sentí superada. Pero estoy orgullosa de contar esta historia”, dijo. “Espero que lo que yo pasé sirva para algo. No solo en lo personal, sino para que otras personas puedan ingresar a las filas (de la policía) o que tengan otra imagen de la institución.”
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Fuente: http://desdepuebla.com/policia-argentina-tiene-la-primera-jefa-transexual-de-america-latina/194135/#prettyPhoto