Tweet
370px-Galicia-loc.svg.jpg
Todos los grupos parlamentarios les han dado su apoyo explícito, excepto el PP
El colectivo LGTBI se une en una campaña que busca apoyo social a su petición de una ley gallega de identidad de género. Aseguran que las personas transexuales la necesitan para que sus derechos estén garantizados por ley y acabar así con las transfobia y la discriminación que sufren a diario. Han elaborado un borrador que han presentado a todos los grupos parlamentarios. El PP es el único partido que no les ha dado su apoyo explícito y que plantea únicamente una modificación de la legislación vigente.
El secretario de Amizando, Hugo Pérez, considera que la actual Ley por la igualdad de trato y no discriminación, de 2014, es insuficiente e injusta, ya que no recoge el derecho a la autodeterminación en lo relativo a identidad. Uno de los aspectos que más indigna al colectivo trans y a sus familias es que son tratados como trastornados. Literalmente. "El único artículo de la ley que hace referencia al colectivo habla de que el acceso a los tratamientos médicos estará a merced de un criterio clínico, dando a entender que la transexualidad es una cuestión médica y patológica a la que hay que dar respuesta", critica Hugo. Es decir, deben contar con un informe psiquiátrico que recoja un diagnóstico de su trastorno para poder iniciar un tratamiento o solicitar cambios en su documentación. Pero el diagnóstico varía, denuncian, según la formación y opinión de cada profesional.
Ser transexual puede salir muy caro. Hasta 40.000 euros. Aquellos que necesitan operaciones de cambio de sexo se ven obligados a acudir a la sanidad privada porque el sistema sanitario gallego no cubre los costes de la cirujía. En el mejor de los casos son derivados a una unidad de referencia fuera de la comunidad y enfrentarse a una lista de espera que puede llegar a los 10 años.
Sus documentos legales no reflejan quiénes son, lo que supone una invasión constante de su intimidad. Deben explicar, por ejemplo, por qué su DNI no se corresponde con su imagen. Según la presidenta de Arelas, Cristina Palacios, la ley estatal exige que se hayan sometido a una hormonación durante dos años o algún tipo de cirujía para concederles cambios en los papeles y documentos de identidad.
La campaña arranca simultáneamente en redes sociales y en change.org, plataforma a través de la cual pretenden recoger 10.000 firmas. En el vídeo de la campaña participan destacadas figuras del humor, periodismo, ciencia, cine o televisión, entre otros.
Fuente: http://cadenaser.com/emisora/2017/04...07_669946.html
Todos los grupos parlamentarios les han dado su apoyo explícito, excepto el PP
El colectivo LGTBI se une en una campaña que busca apoyo social a su petición de una ley gallega de identidad de género. Aseguran que las personas transexuales la necesitan para que sus derechos estén garantizados por ley y acabar así con las transfobia y la discriminación que sufren a diario. Han elaborado un borrador que han presentado a todos los grupos parlamentarios. El PP es el único partido que no les ha dado su apoyo explícito y que plantea únicamente una modificación de la legislación vigente.
El secretario de Amizando, Hugo Pérez, considera que la actual Ley por la igualdad de trato y no discriminación, de 2014, es insuficiente e injusta, ya que no recoge el derecho a la autodeterminación en lo relativo a identidad. Uno de los aspectos que más indigna al colectivo trans y a sus familias es que son tratados como trastornados. Literalmente. "El único artículo de la ley que hace referencia al colectivo habla de que el acceso a los tratamientos médicos estará a merced de un criterio clínico, dando a entender que la transexualidad es una cuestión médica y patológica a la que hay que dar respuesta", critica Hugo. Es decir, deben contar con un informe psiquiátrico que recoja un diagnóstico de su trastorno para poder iniciar un tratamiento o solicitar cambios en su documentación. Pero el diagnóstico varía, denuncian, según la formación y opinión de cada profesional.
Ser transexual puede salir muy caro. Hasta 40.000 euros. Aquellos que necesitan operaciones de cambio de sexo se ven obligados a acudir a la sanidad privada porque el sistema sanitario gallego no cubre los costes de la cirujía. En el mejor de los casos son derivados a una unidad de referencia fuera de la comunidad y enfrentarse a una lista de espera que puede llegar a los 10 años.
Sus documentos legales no reflejan quiénes son, lo que supone una invasión constante de su intimidad. Deben explicar, por ejemplo, por qué su DNI no se corresponde con su imagen. Según la presidenta de Arelas, Cristina Palacios, la ley estatal exige que se hayan sometido a una hormonación durante dos años o algún tipo de cirujía para concederles cambios en los papeles y documentos de identidad.
La campaña arranca simultáneamente en redes sociales y en change.org, plataforma a través de la cual pretenden recoger 10.000 firmas. En el vídeo de la campaña participan destacadas figuras del humor, periodismo, ciencia, cine o televisión, entre otros.
Fuente: http://cadenaser.com/emisora/2017/04...07_669946.html
