"Estoy orgullosa de volver a mi puesto de trabajo como una mujer más", afirma Alba Romero.
Jaime Prats. Valencia.
Alba Romero ha vuelto a vistor uniforme de Guardia Civil después de tres años y de cambiar de sexo. Lo hizo el jueves pasado para presentarse a sus mandos en la Comandancia de Castellón, el mismo destino que la trajo antes de estar de baja. Romero llegó a ser declarada inútil para el servicio del 2004, una vez iniciado el proceso, por carerecer de testículos, un dictamen que recurrió hasta que un tribunal médico. "Estoy orgullosa y satisfecha de poder volver a mi puesto de trabajo como una mujer más", señaló ayer.
Alba Romero dejó atrás un largo proceso psicológico, físico y burocrático para reintegrarse a su anterior destino. Seguirá en la Comandancia de Castellón como ella quería aunque desempeñará otras labores. "Antes estaba en el núcleo del servicio, en tareas de seguridad de establecimientos públicos, como el Banco de España o el Gobierno Civil" señalaba ayer a este diario, "ahora de momento tendré un trabajó más burocrático, aunque con el tiempo pasaré a servicios exteriores".
Hija de Guardia Civil, hermana de otros cuatro agentes y nacida hace 34 años en la casa cuartel de Villanueva del Arzobispo (Jaén), hace tres años pidió la baja para iniciar el camino del cambio de sexo.
"Fue una baja voluntaria, no estaba bien y acudí a un psicólogo". Tras someterse a una complicada operación para estirparse los genitales, la nuez, y aumentarse los pechos en el 2003 pidió el reingreso en el cuerpo. El instituto armado respondió con una baja y la envió al urólogo del hospital Militar de Valencia. Y con los resultados la Junta Médica Pericial Ordinaria de la Guardia Civil dictaminó que Alba "no es apto por ausencia de testes (testículos), una resolución que iba acompañada de una baja por incapacidad con una paga superior a su sueldo.
Pues Alba recurrió la decisión: "Mi dignidad no se compra". Siempre había querido ser agente del cuerpo armado y después de 11 años servicio consideraba que tenía que luchar por seguir ejerciendo lo que había sido una vocación desde mi infancia.
Un examen posterior reconoció su condición de mujer y hace un mes llegó la confirmación definitiva de su reingreso con la publicación de su nombre en la linea de destinos en el Boletín Oficial de la Guardia Civil.
"Buen recibimiento"
"El recibimiento ha sido bueno", apuntaba ayer. "Me he visto muy contenta de que todo haya salido bien; y orgullosa y satisfecha de volver a mi puesto de trabajo como una mujer más". Los agradecimientos eran generalizados hacia todos los compañeros, mandos incluidos. "Me ha facilatado mucho las cosas, como buscarme un lugar donde cambiarme", comentaba. "No he sentido ningún rechazo", indicaba, "al contrario los compañeros me animaban".
El único incidente de la presentación fue que aún no ha llegado el uniforme femenino, por el que acudió con el que vestía antes de cambiar de sexo. "El otro ya está pedido, aunque tampoco supone ningún problema, es unisex".
Alba es la primera transexual del cuerpo que hace única su condición y mostraba un deseo de que su experiencia sirva no sólo a otras personas sino " de impulso" a la ley de identidad de género que el Gobierno esta perfilando.