Tweet
Tribunal italiano obliga a un matrimonio entre dos mujeres, una de ellas transexual, a divorciarse contra su voluntad
Contábamos la historia hace año y medio: el que legalmente era un matrimonio heterosexual, tanto civil como religioso, pasó a ser un matrimonio entre personas del mismo sexo en Italia. Después de 5 años de matrimonio, el cónyuge que ante la sociedad era el marido se sometió a un proceso de reasignación de sexo para acomodar su cuerpo a su identidad femenina. Ahora la justicia italiana obliga al matrimonio a divorciarse contra la voluntad de las dos cónyuges. El problema surge cuando la esposa transexual, Alessandra Bernaroli, solicita al Registro Civil de Bolonia, dependiente del Ayuntamiento, su documento de identidad modificado, después de haber sido reconocido el cambio por los tribunales. En ese momento se considera que la entrega de dicho documento supone admitir oficialmente un matrimonio entre personas del mismo sexo, de forma que se les hace entrega además de un libro de familia en el que las dos mujeres aparecen separadas.
Comienza entonces la batalla legal. En primera instancia, el matrimonio consigue que un tribunal de Módena le de la razón. Ahora, sin embargo, la Corte de Apelaciones de Bolonia considera que las mujeres están divorciadas. Se trata de un sinsentido legal: por un lado, Italia no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo. Por otro, la ley italiana de divorcio dice explícitamente que una persona casada “puede” solicitar el divorcio, y este le será concedido, cuando a su cónyuge le sea reconocido legalmente otra identidad de género. Pero lo que dice la ley es que “puede” hacerlo, no que “esté obligado”.
Alessandra Bernaroli no se rinde y recurrirá la sentencia que la divorcia a la fuerza. Bernaroli ha pedido además ayuda al recién elegido alcalde de Bolonia, Virginio Merola, que durante la campaña electoral se mostró favorable al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Contábamos la historia hace año y medio: el que legalmente era un matrimonio heterosexual, tanto civil como religioso, pasó a ser un matrimonio entre personas del mismo sexo en Italia. Después de 5 años de matrimonio, el cónyuge que ante la sociedad era el marido se sometió a un proceso de reasignación de sexo para acomodar su cuerpo a su identidad femenina. Ahora la justicia italiana obliga al matrimonio a divorciarse contra la voluntad de las dos cónyuges. El problema surge cuando la esposa transexual, Alessandra Bernaroli, solicita al Registro Civil de Bolonia, dependiente del Ayuntamiento, su documento de identidad modificado, después de haber sido reconocido el cambio por los tribunales. En ese momento se considera que la entrega de dicho documento supone admitir oficialmente un matrimonio entre personas del mismo sexo, de forma que se les hace entrega además de un libro de familia en el que las dos mujeres aparecen separadas.
Comienza entonces la batalla legal. En primera instancia, el matrimonio consigue que un tribunal de Módena le de la razón. Ahora, sin embargo, la Corte de Apelaciones de Bolonia considera que las mujeres están divorciadas. Se trata de un sinsentido legal: por un lado, Italia no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo. Por otro, la ley italiana de divorcio dice explícitamente que una persona casada “puede” solicitar el divorcio, y este le será concedido, cuando a su cónyuge le sea reconocido legalmente otra identidad de género. Pero lo que dice la ley es que “puede” hacerlo, no que “esté obligado”.
Alessandra Bernaroli no se rinde y recurrirá la sentencia que la divorcia a la fuerza. Bernaroli ha pedido además ayuda al recién elegido alcalde de Bolonia, Virginio Merola, que durante la campaña electoral se mostró favorable al matrimonio entre personas del mismo sexo.
