Enviado Flick el 12 febrero 2011
La Cámara de los Comunes de Canadá ha aprobado en tercera lectura, con el apoyo de socialdemócratas, de los nacionalistas quebequenses y de la mayoría de los liberales, un proyecto de ley contra la discriminación de las personas transexuales y transgénero. El proyecto cuenta, sin embargo, con la oposición de los conservadores, que son mayoritarios en el Senado.
La ley, promovida por el diputado socialdemócrata Bill Siksay, introduce algunos cambios en el sistema legal canadiense, en el sentido de prohibir explícitamente la discriminación por razones de identidad de género. Supone además la modificación de Código Penal, elevando los crímenes cometidos por motivos de identidad de género a crímenes de odio.
Una modificación legal que no gusta nada a los sectores homófobos y tránsfobos, como la Organización Católica para la Vida y La Familia, vinculada a la iglesia católica canadiense (fue cofundada, de hecho, por la Conferencia Espiscopal del Canadá), al considerar que introduce la “ideología de género” en el sistema legal del país. “Una cosa es prevenir que algunas personas sufran discriminación, y eso es bueno, pero otra muy distinta es usar casos muy excepcionales para imponer nuevas normas sociales, lo que es inaceptable”, ha declarado su directora, Michelle Boulva. “La identidad sexual, nuestra masculinidad o feminidad, no es una construcción social. Es fruto de la voluntad de Dios, y es parte integral de nosotros”, ha añadido.
Los grupos homófobos y tránsfobos canadienses, cuyas estrategias de manipulación de la opinión pública no difieren demasiado de las utilizadas en Europa, han bautizado ya la ley como “la ley de los aseos”, dibujando un escenario en el que “hombres que dicen que se sienten mujeres” tendrían la posibilidad de usar los aseos femeninos y abusar de las niñas. “Tengo una hija de 13 años, y no me gustaría que en los aseos de la piscina pública alguien (así) se pudiera duchar junto a mi hija“, ha expresado Charles McVety, presidente del denominado Comité Canadiense de Acción Familiar. “imaginen a su hija o a su nieta que va al baño y se encuentra con un hombre así. ¿Cómo sabemos que no es un exhibicionista, un violador o un pedófilo?“, ha manifestado Jim Hughes, de la Coalición por la Vida.
Aunque el proyecto ha sido aprobado por los Comunes, debe ser refrendado por el Senado antes de convertirse en ley. El problema es que en el Senado canadiense, una cámara que no es elegida por sufragio universal (sus miembros, nombrados por el Gobernador General del Canadá a propuesta del primer ministro, conservan el escaño hasta que cumplen 75 años) los conservadores son en este momento mayoría frente a los liberales (apenas hay senadores de otros grupos, dado que Canadá solo ha conocido en las últimas décadas primeros ministros conservadores y liberales). Y aunque al parecer no es habitual en Canadá que el Senado bloquee leyes aprobadas por los Comunes, en este caso podría suceder.
Si tienes interés, puedes acceder a la información parlamentaria relacionada con este proyecto de ley (incluído su texto) pinchando aquí (inglés) o aquí (francés).