Enviado por Flick el 03 Septiembre 2010
El Gobierno portugués aprobó ayer jueves el proyecto de ley que permitirá a las personas transexuales la modificación de sus datos registrales sin necesidad de afrontar un proceso judicial que en Portugal se puede prolongar durante varios años. El proyecto encara ahora su tramitación parlamentaria.
En caso de ser aprobado, los registros civiles tendrán un plazo de ocho días para emitir la nueva documentación una vez que la persona haya presentado un certificado emitido por una unidad multidisciplinar de sexología clínica que acredite que presenta una disforia de género. No será necesario que la persona haya completado su proceso de reasignación sexual.
En principio, el proyecto debe ser aprobado sin demasiadas dificultades, dada la mayoría parlamentaria de los partidos de izquierda. El diputado socialista y activista LGTB Miguel Vale de Almeida, que había presionado al Gobierno anunciando la presentación de un proyecto propio, ya ha anunciado su retirada, mientras que el Bloque de Izquierda, que como os adelantamos hace unas semanas había presentado otro proyecto, ha anunciado ya su disposición favorable a acordar con los socialistas un texto consensuado.
La propuesta sigue el modelo de leyes como las aprobadas en 2004 en Reino Unido o en 2007 en España, consideradas todavía entre las más avanzadas del mundo en este terreno, aunque cada vez son más las voces que se alzan contra el hecho de se siga siendo exigiendo para cumplimentar el procedimiento la certificación de que la persona presenta una “disforia de género”, término usado clínicamente para designar la realidad transexual. Voces que abogan, por un lado, por eliminar la transexualidad de los manuales médicos que -bajo uno u otro nombre- la siguen clasificando como un trastorno, y por otro, eliminar la necesidad de certificación, ya sea médica o psicológica, para proceder a la rectificación de los datos registrales.
Sea como sea, la ley supone un indudable avance respecto a la situación actual y ha sido celebrada por colectivos LGTB portugueses, como ILGA Portugal o el colectivo trans Panteras Rosa. Por su parte, los opositores a los derechos LGTB no han dudado en criticar el proyecto. Isilda Pegado, presidenta de la denominada “Federación Portuguesa por la Vida”, ha declarado que, aún desconociendo el contenido del proyecto, esta cuestión no es una prioridad del país. “No es esto lo que interesa a la gente”. Pegado ha afirmado además ser contraria a que “un funcionario de un registro diga lo que es un hombre o una mujer“. “Es la naturaleza la que se encarga de hacerlo”, ha afirmado.