En primera persona. Paqui tiene cuerpo de hombre pero se siente mujer desde que nació. Va a cumplir 60 años y ha vivido los duros tiempos en los que un homosexual era encarcelado por su condición bajo la «excusa» de cometer escándalo público. Ahora puede andar por la calle sin el temor a ser detenida e ir a la cárcel .
MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA Apenas pocos días después de la marcha por la diversidad y lucha contra la homofobia celebrada en Málaga por la federación andaluza Colega, que trabaja por la igualdad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, Paqui, transexual que va a cumplir 60 años, reflexiona sobre el pasado y el presente de este colectivo, las libertades conquistadas, los obstáculos y su dura experiencia personal de otros tiempos. Esta malagueña de la Trinidad ha estado incluso encarcelada y ha tenido que soportar el rechazo de algunos así como problemas laborales. A pesar de todo si volviera a nacer dice que le gustaría ser exactamente como es y asegura haber sido feliz.
¿Cuándo arranca su historia?, ¿cuándo descubre que es transexual?
Desde siempre. De hecho a mi familia no tuve que decirle nada porque se veía a la legua. Con ellos no tuve problemas ni antes ni después, era una cosa evidente. Ya con cinco años me ponía en el barrio a bailar. Me sentía más mujer que hombre. Éramos nueve hermanos y yo era la más chica de todas. Una hermana mía me veía que le cogía los vestidos y me los ponía y me castigaba para ver si me lo podía quitar. Era para evitar que se rieran de mí.
¿Es difícil vivir en el cuerpo de un hombre y sentirse mujer?
Claro que es difícil, pero yo siempre me he puesto el mundo por montera, quien me ha querido aceptar lo ha hecho y quien no, pues no. Sí he sentido sobre todo rechazo en el trabajo. Algunas veces la gente me ha dado de lado, siempre tropiezas con alguien que te rechaza. Si una persona es una cosa la tiene que demostrar las 24 horas del día porque es lo que sientes y la mayoría de las personas homosexuales no lo hacen, meten el rollo con la familia y en el trabajo. Yo eso creo que se está haciendo mal. Si te comportas normal, como eres, todo el tiempo, te sientes mejor contigo mismo.
¿Cuáles han sido sus principales problemas?
Mi único problema ha sido con la justicia, con la policía. No podíamos ir por la calle, si te veían que eras, como se dice vulgarmente, maricón, te llevaban para comisaría y si pagabas una multa ibas fuera y si no te quedabas preso. Siempre alegaban que era por escándalo público. La primera vez fue en el 64 y tenía sólo 14 años, me metieron en la cárcel y además de hombres, cuando todavía estaban los presos políticos, que hacía años que no habían visto a una mujer y meten allí a un niño. ¡Qué trauma no podía coger! Era raro el mes que no iba al menos una vez a la cárcel. Mi madre pagó muchísimas multas también que eran de 3.000 a 5.000 pesetas para evitar que me encarcelaran.
¿Su familia llegó a pensar que la culpa era suya?
Pues fueron tantas veces que mi gente creía que yo hacía algo, pero una noche fui al cine de verano en Armengual de la Mota con mi madre y mis hermanas y al salir yo iba delante y la policía me paró, casi me estaban llevando cuando mi familia se dio cuenta e impidieron que me encarcelaran de nuevo. Ahí comprobaron que yo no hacía nada.
¿Buscó alguna solución?
Yo soy de Málaga, de la Trinidad, y me fui a Barcelona para cambiar de aires. Allí tuve otro altercado con la policía y me metieron en la cárcel por peligrosidad social.
¿Qué cambios se han producido desde aquellos tiempos a la actualidad?
Ha habido muchos cambios y se han notado. Ahora puedo ir por la calle sin temor a que me detengan. De todas formas yo creo que si los homosexuales demostrasen lo que sienten en todo momento y dieran la cara los aceptarían mejor en sus trabajos y en general.
¿Ha tenido problemas laborales?
En algunos sí, pero siempre he estado trabajando, aunque quizás me ha costado más que a otras personas. Pero, en general, estar en prisión es lo que más me ha dolido, simplemente por sentir de otra forma.
¿Le gustaría que su vida hubiese sido de otra manera?
He sido feliz. Si volviera a nacer me gustaría ser como soy. Me siento mujer y nunca me ha atraído una mujer, ni un gay, me gustan los hombres. Admito que la vida en pareja es más complicada porque él tiene que quererte mucho para aceptarlo todo.