Reivindican en Donostia los derechos de los transexuales
Decenas de personas piden en el Día Mundial contra la Homofobia que la transexualidad no sea calificada como una patología mental
Hace veinte años que la Organización Mundial de la Salud aprobó la retirada de la homosexualidad de su catálogo de enfermedades mentales. Aquella decisión supuso una victoria para las asociaciones de homosexuales, lesbianas y transexuales, pero no el final de la lucha en favor de sus derechos como ciudadanos. Por eso eligieron precisamente la efeméride para celebrar el Día Mundial contra la homofobia y la transfobia, que ayer se dedicó al colectivo de transexuales, ya que, a diferencia de la homosexualidad, su identidad de género sí continúa incluida «en la ominosa lista» de la OMS.
En Donostia, decenas de personas se concentraron ayer por la tarde en el Boulevard convocados por la coordinadora feminista Transmarikabollo. Allí denunciaron las discriminaciones que siguen sufriendo. «Parece evidente que los tan cacareados derechos sociales no siempre se traducen en prácticas sociales reales», afirmaron en un comunicado.
Gehitu, al igual que las más de cincuenta asociaciones que componen la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, también ha decidido este año volcar sus esfuerzos en «transformar el mundo en un lugar sin espacio para la homofobia, la lesbofobia, la bifobia ni, por supuesto, la transfobia». «La historia nos ha llevado a una situación en la que nacer con un cuerpo que no se ajusta al género sentido es considerado, por muchas personas, como algo negativo, aberrante o susceptible de castigo», denunciaron ayer en otro comunicado.
Una ley integral
Además de reclamar que la transexualidad deje de ser considerada como una patología, se felicitaron del anuncio del Gobierno Vasco de llevar adelante una ley integral sobre personas transexuales, en base al modelo aprobado el pasado otoño en Navarra.
El colectivo transexualidad Euskadi reclamó en este sentido al Ejecutivo autónomo que cumpla con esa promesa, pero que la norma sea igual en todas las comunidades autónomas para evitar desigualdades. También pidió que todo el proceso de cambio de género se incluya dentro del catálogo de prestaciones gratuitas del Sistema Nacional de Salud, entre otras demandas. Aralar se unió a las reivindicaciones y exigió «el derecho de los