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Desmantelada una mafia que explotaba a transexuales
ANTONIO BAQUERO
BARCELONA
El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha desmantelado por primera vez en España a una mafia que se dedicaba al tráfico y la explotación sexual de transexuales. La redada permitió la detención de los 13 miembros de la banda que habían traído y explotado al menos a 50 transexuales.
La investigación, bautizada Plomo, se inició a raíz del soplo de un testigo protegido, que alertó sobre las actividades de esta red delictiva. Las posteriores pesquisas permitieron a los agentes descubrir cómo actuaba la banda, integrada por brasileños y españoles. La red contactaba en Suramérica, sobre todo en Brasil, a homosexuales y transexuales que en esos países se dedicaban a la prostitución. Les prometían jugosos ingresos si aceptaban trabajar para ellos en España.
Los que aceptaban, a cambio del billete de avión, el visado y un dinero para los primeros gastos, contraían con la banda una deuda de unos 3.000 euros.
CUADERNO DE ‘INCIDENCIAS’ / Sin embargo, como suele ser habitual en el mundo de la prostitución, las promesas resultaron no ser más que una mentira. Una vez en España, los transexuales debían prostituirse gratuitamente hasta que pagaban la deuda. Después, sólo se quedaban con el 50% de lo que ganaban, apropiándose del resto la banda criminal, que les tenía férreamente controlados en los pisos donde ejercían. De hecho, en los prostíbulos registros, los agentes encontraron cuadernos donde los responsables de la red anotaban el número de servicios que hacía cada transexual así como cualquier incidente que protagonizara. La mayoría de los transexuales explotados por esta banda eran obligados a prostituirse en Barcelona, aunque otros eran explotados en saunas y burdeles de Madrid, Alicante. Bilbao y Valladolid.
ANTONIO BAQUERO
BARCELONA
El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha desmantelado por primera vez en España a una mafia que se dedicaba al tráfico y la explotación sexual de transexuales. La redada permitió la detención de los 13 miembros de la banda que habían traído y explotado al menos a 50 transexuales.
La investigación, bautizada Plomo, se inició a raíz del soplo de un testigo protegido, que alertó sobre las actividades de esta red delictiva. Las posteriores pesquisas permitieron a los agentes descubrir cómo actuaba la banda, integrada por brasileños y españoles. La red contactaba en Suramérica, sobre todo en Brasil, a homosexuales y transexuales que en esos países se dedicaban a la prostitución. Les prometían jugosos ingresos si aceptaban trabajar para ellos en España.
Los que aceptaban, a cambio del billete de avión, el visado y un dinero para los primeros gastos, contraían con la banda una deuda de unos 3.000 euros.
CUADERNO DE ‘INCIDENCIAS’ / Sin embargo, como suele ser habitual en el mundo de la prostitución, las promesas resultaron no ser más que una mentira. Una vez en España, los transexuales debían prostituirse gratuitamente hasta que pagaban la deuda. Después, sólo se quedaban con el 50% de lo que ganaban, apropiándose del resto la banda criminal, que les tenía férreamente controlados en los pisos donde ejercían. De hecho, en los prostíbulos registros, los agentes encontraron cuadernos donde los responsables de la red anotaban el número de servicios que hacía cada transexual así como cualquier incidente que protagonizara. La mayoría de los transexuales explotados por esta banda eran obligados a prostituirse en Barcelona, aunque otros eran explotados en saunas y burdeles de Madrid, Alicante. Bilbao y Valladolid.
