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Transexual denuncia que no puede cambiar su nombre, lo que le impide casarse
EFE
San Sebastián
La presidenta de la asociación Transexualidad-Euskadi, Andrea Muñiz, ha denunciado hoy que, frente a lo que regula la legislación, el Registro Civil de San Sebastián no cambia "de forma completa" su nombre y el sexo masculino que figuran en los archivos oficiales, lo cual asegura que le "impide" casarse.
Muñiz ha difundido hoy un comunicado que dirige también al ministro de Justicia, Francisco Caamaño, al lehendakari Patxi López, al defensor del pueblo español, Enrique Múgica, a quienes pide que insten al Registro Civil donostiarra a que "cumpla su obligación sin más dilaciones".
A pesar de que nació varón, Muñiz es actualmente una mujer que desea casarse con su pareja, algo que le impide, según cuenta, el "limbo burocrático" en el que se halla.
Muñiz sostiene en su nota que tiene "el orgullo" de ser una de las personas que contribuyó a que se aprobara la Ley de Identidad de Género en marzo de 2007, normativa que según recuerda permite hacer los trámites necesarios para cambiar los datos relativos al nombre y al sexo de las personas en los registros oficiales.
Eso es precisamente lo que esta mujer intentó hacer cuando la Ley entró en vigor, "como otras muchas personas transexuales" en toda España.
Sin embargo, explica que su solicitud no ha sido resuelta todavía "de forma completa", ya que la nota marginal con los datos anteriores a su cambio de sexo "aún consta" en su partida literal de nacimiento.
Muñiz precisa que se trata de un documento de carácter restringido, como sucede con las partidas literales de nacimiento de personas adoptadas.
Asegura que el registro civil donostiarra "lleva 21 meses incurriendo en un delito" porque cada vez que se presenta allí para llevar a cabo este "simple trámite" le dan "largas".
Estas circunstancias "lesionan" sus derechos y le impiden, además, "contraer matrimonio de forma civil, como cualquier otra ciudadana de este país".
Muñiz atribuye esta situación al posible "conservadurismo de una parte" de la sociedad "que no puede entender que una discriminación secular y radical" hacia el colectivo transexual haya sido resuelta y "busca dificultades donde no las hay".
EFE
San Sebastián
La presidenta de la asociación Transexualidad-Euskadi, Andrea Muñiz, ha denunciado hoy que, frente a lo que regula la legislación, el Registro Civil de San Sebastián no cambia "de forma completa" su nombre y el sexo masculino que figuran en los archivos oficiales, lo cual asegura que le "impide" casarse.
Muñiz ha difundido hoy un comunicado que dirige también al ministro de Justicia, Francisco Caamaño, al lehendakari Patxi López, al defensor del pueblo español, Enrique Múgica, a quienes pide que insten al Registro Civil donostiarra a que "cumpla su obligación sin más dilaciones".
A pesar de que nació varón, Muñiz es actualmente una mujer que desea casarse con su pareja, algo que le impide, según cuenta, el "limbo burocrático" en el que se halla.
Muñiz sostiene en su nota que tiene "el orgullo" de ser una de las personas que contribuyó a que se aprobara la Ley de Identidad de Género en marzo de 2007, normativa que según recuerda permite hacer los trámites necesarios para cambiar los datos relativos al nombre y al sexo de las personas en los registros oficiales.
Eso es precisamente lo que esta mujer intentó hacer cuando la Ley entró en vigor, "como otras muchas personas transexuales" en toda España.
Sin embargo, explica que su solicitud no ha sido resuelta todavía "de forma completa", ya que la nota marginal con los datos anteriores a su cambio de sexo "aún consta" en su partida literal de nacimiento.
Muñiz precisa que se trata de un documento de carácter restringido, como sucede con las partidas literales de nacimiento de personas adoptadas.
Asegura que el registro civil donostiarra "lleva 21 meses incurriendo en un delito" porque cada vez que se presenta allí para llevar a cabo este "simple trámite" le dan "largas".
Estas circunstancias "lesionan" sus derechos y le impiden, además, "contraer matrimonio de forma civil, como cualquier otra ciudadana de este país".
Muñiz atribuye esta situación al posible "conservadurismo de una parte" de la sociedad "que no puede entender que una discriminación secular y radical" hacia el colectivo transexual haya sido resuelta y "busca dificultades donde no las hay".
