CARTA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA UNIÓN EUROPEA
Artículo 21No discriminación
Se prohíbe toda discriminación, y en particular la ejercida por razón de sexo, raza, color, orígenes étnicos o sociales, características genéticas, lengua, religión o convicciones, opiniones políticas o de cualquier otro tipo, pertenencia a una minoría nacional, patrimonio, nacimiento, discapacidad, edad u orientación sexual.
ATC libertad-. A fecha de hoy no han cambiado las condiciones que permiten que se sigan cometiendo atentados contra la vida de las personas transexuales.
Las personas transexuales continúan siendo el blanco de la violencia y el odio generado por la incomprensión y el prejuicio.
Pero sabemos que la transfobia mata y que las personas trans están mayormente sometidas a la violencia que las demás. Sabemos también que los prejuicios y la discriminación son generalizados, que la ignorancia alimenta el odio y que genera violencia. Sabemos que el estado, la sociedad, todos nosotros y nosotras tenemos responsabilidades para con las víctimas mortales y sobre todo para con todas las personas que llevan una vida en que la lucha por sobrevivir coexiste con el miedo y con los riesgos consecuentes.
Luna nació mujer; con su cuerpo masculino que no concordaba con su identidad femenina. Tenía un seguimiento en el Hospital por el equipo multidisciplinar de alteración del cuerpo. Tenía proyectos, deseos y frustraciones como todo el mundo. Tenía personas que la querían. Luna fue una mujer que luchó contra muchas dificultades y, según los diarios, murió víctima de una gran violencia, posiblemente alimentada por el odio, el prejuicio y la ignorancia. Su cuerpo fue abandonado en un contenedor de escombros, oculto por piedras y polvo, como si fuese basura, como si su vida no hubiera valido la pena.
Los medios de prensa se concentraron de forma sensacionalista en el aspecto físico de la víctima, convirtiendo dicho aspecto en algo más importante que el propio asesinato en sí. Después de una descripción pormenorizada en exceso, incidiendo en lo fuera de lo normal del físico de la víctima, la noticia continua con unas palabras sobre el asesinato, como si el aspecto físico de la víctima fuese una explicación evidente, suficiente, natural, lógica y casi inevitable del asesinato.
Los medios hablan de transexual como un cuerpo de hombre (púdicamente señalando "con pene"), o como hombre vestido de mujer, o de travestí con pechos. La imagen emergente de este tipo de artículos hace de la víctima una monstruosidad presentada para júbilo de la curiosidad pública, sin ningún respeto por su género o por la intimidad de su cuerpo y dando la impresión de que es casi (o absolutamente) normal que este tipo de personas sean asesinadas.
La otra imagen dirigida de esta forma es la de ser trans y querer engañar "al mundo" usando un disfraz particularmente bien logrado que dé la apariencia engañosa de mujeres y hombres… y si engañan al mundo, es evidentemente natural que las personas engañadas reaccionen.
Este tipo de discurso hecho por los media está, infelizmente, lejos de ser solo un caso en lo que respecta al homicidio; es el caso de casi todas las emisiones, artículos y entrevistas sobre el tema trans.
Los media, sin excepción, se quedan satisfechos con la descripción de la precariedad de las personas trans, sea la prostitución, las drogas, ser seropositiv@ , no tener papeles o casa, como si estas vidas fueran una elección de las victimas, ocultando que es la transfobia la circunstancia que mantiene esta precariedad, y presentando como escandaloso no solo el hecho "elegir" ser trans, como también el elegir este modo de vida, haciendo de las víctimas personas inmorales y chocantes, y persistiendo así en la promoción de la transfobia, de la precariedad de las vidas trans, y del hecho de que estas personas continúen siendo uno de los colectivos más proclives al desprecio y la agresión. En resumidas cuentas la falta de conciencia hacia los derechos humanos mostrada desde los medios de comunicación, su persistencia en mostrar la transexualidad como algo patológico, la manera en la que utilizan el sensacionalismo a la hora de recoger noticias relacionadas con lo trans contribuyen a perpetuar el estigma, los prejuicios, el odio y la violencia que recae sobre estas personas.
Como todas las víctimas potenciales, los y las trans necesitan formas de protección que les garantice igualdad de oportunidades y la posibilidad de una vida digna. Necesitan, como cualquier persona, poder ejercer su derecho al libre desarrollo de la personalidad y a la autodeterminación del propio cuerpo, derecho a poder escoger libremente su propio nombre en los documentos de identidad. Los y las trans necesitan ser vistos como personas con derechos y obligaciones, ni más ni menos que todas las demás. Los y las trans en la union europea necesitan de la pedagogía de la visibilidad, más allá de los círculos de la prostitución o el espectáculo nocturno. Y la Unión Europea necesita ver a estas personas sin la mirada del prejuicio, la desconfianza y el rechazo.
La identidad del género es un asunto que el Estado tarda en legalizar y ese atraso empeora las condiciones de vida y sobrevivencia de muchos trans. ¿Para cuándo la legislación que deje de imponer restricciones mezquinas? ¿Para cuándo una legislación que deje de alimentar la violencia psicológica cotidiana sobre estas personas? ¿Para cuándo una legislación que considere explícitamente como agravante la discriminación, el asedio y la violencia con base en la transfobia? ¿Para cuándo un compromiso serio para acabar con casos como el de Luna, personas asesinadas por el odio transfóbico? ¿Para cuándo más medios humanos y mejor formación cívica y técnica en las fuerzas policiales? ¿Para cuándo presencia de cooperación en vez de las actitudes agresivas que todavía perduran en algunos elementos de las instancias policiales? ¿Para cuándo una ética periodística más humana y menos sensacionalista?