El joven fue golpeado a la puerta de un local de ambiente por cuatro hombres Jerelesgay también lamenta las pintadas homófobas en la zona del suceso
PINTADAS INSULTANTES. En la fachada del local donde fue agredido el joven también han escrito descalificaciones homófobas. / LA VOZ
La asociación de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Jerez, JerelesGay, ha denunciado la grave agresión física que sufrió hace ya dos semanas un compañero de este colectivo, un joven transexual, que fue golpeado a las puertas de una conocida discoteca de ambiente de Guadalcacín.
Según informan, cuatro jóvenes varones que rondaban los 25 años fueron los autores de la agresión que sufrió esta víctima que, además de los daños físicos, desde entonces está recibiendo atención psicológica.
La declaración de la propia víctima, que ya ha puesto la correspondiente denuncia en la Comisaría de Policía, narra que los hechos tuvieron lugar cuando ésta abandonaba el lugar acompañado de un grupo de familiares y amigos. Cuando estaba en la puerta, de espaldas, sintió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo caer violentamente de boca y que le provocó la pérdida de parte de la dentadura, tras lo cual los agresores la emprendieron a patadas con él. Sólo la intervención de sus familiares y de algunos clientes del local impidió que la cosa llegara a mayores.
Según los testigos, los cuatro jóvenes no eran habituales del local y señalan que estacionaron el vehículo deliberadamente ante la puerta a la espera de la salida de sus clientes.
La presidenta de Jerelesgay, Susana Domínguez, que confió en que la Policía actúe y los culpables paguen, apuntó que «pese a que parece que nuestro colectivo está en un momento dulce en el que ha dado muchos pasos en pos de sus derechos, hechos como este ocurrido en Jerez nos traen a la realidad y nos demuestran que aún queda mucho por hacer».
Domínguez condenó esta agresión «absolutamente gratuita e indiscriminada que podía habernos sucedido a cualquier persona del colectivo de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales», y recalcó que «la víctima tiene importantes secuelas, no sólo físicas, por lo que la asociación le está brindando todo su apoyo y toda la atención psicológica que precisa».
A la denuncia de esta agresión física -ya hubo otro caso similar durante la pasada Feria del Caballo-, Jerelesgay une otra por la aparición de una serie de pintadas de contenido homófobo e insultante que han aparecido en la fachada del mismo local de ambiente y en algunas paredes cercanas, y que ponen de evidencia que «las campañas contra la homofobia deben intensificarse, porque este tipo de ataques directos contra todo el colectivo no sólo indignantes, sino que nos apenan porque se demuestra que la gente no entiende la diversidad sexual».
Por su parte, el propietario del local de ambiente en el que ocurrieron los hechos y en el que han aparecido las pintadas, achaca el problema al malestar que existe en la zona por el aumento de la inseguridad porque «hay jóvenes que se vienen a esta zona a hacer botellón, y que campan a sus anchas por el pueblo». Sin embargo, en este punto, el dueño de la discoteca quiso insistir en que «el botellón no es culpa mía» y recalcó que «los que hacen beben en la calle no son la clientela habitual de este local, pero ya se están confundiendo los términos pese a que yo soy el primer perjudicado por esta situación» que está alterando la convivencia con los vecinos.
Sobre este aspecto, la presidenta de Jerelesgay coincidió en que «la zona de Guadalcacín se está convirtiendo en un lugar en el que los jóvenes se reúnen para el botellón, seguramente por la falta de controles y presencia policial, pero no es de recibo que nos culpen a nosotros ni que la solución sea insultar otras opciones sexuales».
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