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En la imagen, vemos la sentencia del caso de Manolo, juzgado por la Audiencia de A Coruña en el año 1939. El nombre de mujer con el que fue bautizada esta vecina en Carral todavía no se puede desvelar por la ley de protección de datos. Esta sentencia está depositada en los fondos del Arquivo do Reino de Galicia y en Galiciana
Sale a la luz una sentencia contra una gallega detenida en 1939 en lo que puede ser una las primeras causas por una disidencia sexual
"Escándalo público», así de contundente es la primera página de la causa contra una vecina de Carral procesada en 1939 por querer ser hombre. Su nombre al ser bautizada, que no podemos reproducir ya que todavía no han transcurrido 80 años de su fallecimiento, era secundario para la propia protagonista de esta historia, que siempre se identificó como Manolo.
Manolo Santiso era un labrego de la parroquia coruñesa de Cañás que, pese a haber sido registrado como mujer al nacer, vivía con una identidad masculina. Vestía y actuaba como tal, tanto en casa como fuera, en los bailes o en las tabernas. El suyo es uno de los primeros casos de lo que hoy llamamos un proceso transgénero procesados en Galicia y que están custodiados en los fondos del Arquivo do Reino de Galicia.
«Teño visto moitos casos de disidentes sexuais na Galicia do pasado que cuestionaron dalgún xeito as normas sobre o xénero e a sexualidade, pero a historia de Manolo é especial», avanza Daniela Ferrández, investigadora del grupo Histagra, de la USC.
Buceando en los libros que recogían las miles de sentencias celebradas en la Audiencia de A Coruña entre 1935 y 1955 y que el Arquivo tiene digitalizadas en el portal Galiciana.gal, la historiadora dio con el caso de Manolo.
Sus palabras
«Normalmente, nestes expedientes non aparecen voces en primeira persoa, e cando o fan están tremendamente condicionadas. Por exemplo, da historia de Elisa e Marcela temos moitos detalles, pero non chegamos a saber que pensaron as súas protagonistas. Manolo é diferente, pois non tivo problemas ao declarar para expresar as súas emocións, falando do seu gusto por vestirse de home e do seu desexo polas mulleres», continúa Daniela.
A medida que avanzaba por las páginas, la investigadora posdoctoral se fue maravillando más de este caso. Manolo expresaba, reproduce Daniela, que por más que lo intentara, «no pude tornar a vestir de niña, o mejor dicho, de mujer», manifestó.
El testimonio del dueño de la taberna en la que fue detenido mientras jugaba al dominó y bebía vino, resaltó que se enfadaba si lo llamaban con su nombre de mujer. Las hermanas de Manolo testificaron que vestía de hombre desde pequeño. Los que lo criminalizaron en la vista achacaban que «no estaba bien del sentido, pues no es propio de una persona cuerda lo que ella hace»
Como la mayoría en aquellos años, tuvo una infancia y una vida difíciles. Era uno de los tres hijos de una familia campesina, con los padres «impedidos» indica Daniela. En su comparecencia ante el juez, Manolo llegó a reconocer algún «contacto carnal» con hombres para ganar dinero, pues también lo acusaron de prostitución.
Encerrado en un convento
Según las declaraciones de los testigos, Daniela averiguó que en Carral se habían acostumbrado a su comportamiento, lo que no implica que no tuviera problemas en casa. «Aínda así, non o denunciaron e Manolo declarou que ‘‘sus padres le aconsejaban vestir honestamente, con arreglo a su sexo, pero no le obligaban tajantemente''», reproduce la investigadora.
La pregunta es por qué irrumpieron entonces un día de 1939 en la taberna que frecuentaba. «Segundo os informes, o comandante do posto da Garda Civil de Carral ordenou a súa detención ao ter noticia da súa existencia e cumprindo unha circular da fiscalía da Audiencia Territorial, que facía un chamamento ás autoridades para extremar a vixilancia sobre posibles desviacións morais», relata Ferrández, y poner freno así al libertinaje de los años de la Segunda República.
La posguerra marcó su suerte. El proceso se saldó con una condena de dos meses y un día de prisión y 500 pesetas de multa. «Pero sabemos que trala súa detención estivo ao redor dun ano retido no convento das Oblatas, en Ferrol», apunta Daniela.
Sin embargo, él no cambió. A pesar de los requerimientos, «non abandonou a súa indumentaria masculina ao declarar», destaca Daniela. Lo que hace intuir que siguió después el mismo camino
Un nuevo referente de la memoria LGBTQ con precedentes
Desde el Arquivo do Reino de Galicia, cuyas dependencias están en A Coruña, constatan que hay algunos procesos más antiguos que el de Manolo en sus fondos, como el de un hombre detenido en Mondoñedo por andar vestido de mujer a principios de 1830, en el contexto de las guerras carlistas. Fue exculpado gracias a un indulto general de la reina Isabel II. Sin embargo, aquí su caracterización se debía más a razones «políticas». Las mujeres no estaban obligadas a llevar consigo un pasaporte, a diferencia de los hombres.
En el caso de esta vecina de A Coruña, ella siempre se identificó como hombre. «Podemos falar disto sen especular, porque lemos o seu testemuño. Manolo facía o que facía por benestar, e aínda que sabía que estaba mal, non foi capaz de mudalo», sostiene Daniela Ferrández. Fuera de Galicia, hubo más casos que llegaron a la prensa, como el del «hombre-mujer» del sanatorio de Santa Cristina de Madrid, del que se hizo eco el desaparecido periódico madrileño La Iberia.
En la misma comunidad en la que vivieron su historia de amor Marcela y Elisa, el primer «matrimonio sin hombre», según rezó la prensa de la época, un caso convertido hoy en un icono, sale ahora a la luz el proceso de Manolo. «Seguramente viviu pensando que a súa historia non importaría a ninguén, pero desde hoxe fica convertido nun referente da memoria LGBTQ galega. A súa pegada ensínanos moitas cousas. Que aínda que os tempos eran escuros, houbo disidentes sexuais no noso pasado. Sen dúbida, outras disidentes sexuais de hoxe en día, como o colectivo trans, do que fago parte, poden verse reflectidas nesta historia», concluye la investigadora.
Fuente: https://www.lavozdegalicia.es/notici...2921794522.htm
Narciso de Gabriel: «A loita polo dereito ao amor de Elisa e Marcela segue vixente»
Mila Méndez
Lograron desaparecer. Ao outro lado do Atlántico, o seu rastro esvaeceuse hai máis de cen anos, pero Elisa e Marcela son unha lenda indeleble. As investigacións do catedrático de Teoría e Historia da Educación da UDC Narciso de Gabriel -as máis completas sobre a parella- deron lugar a Elisa e Marcela, alén dos homes. O texto saíu á venda no 2008 e grazas a un editor galego, o falecido Gonzalo Canedo, tamén se publicou en castelán en Libros del Silencio. Foi un destes exemplares o que un día chegou ás mans de Isabel Coixet. Tras unha ducia de negativas, Netflix deulle o si á directora. Logo de pasar pola Berlinale, cunha polémica similar á vivida por Roma, este 24 de maio a película rodada en branco e negro estréase en varios cines españois. Dúas semanas despois, a partir do 7 de xuño, estará dispoñible para os usuarios da plataforma en 190 países. Con esta noticia coincide o lanzamento da reedición do libro co que comezou todo. En galego, edítao Xerais e, en castelán, Ediciones Morata. Pasaron máis de dez anos e, neste tempo, Narciso de Gabriel conta con novas testemuñas e máis documentos para dilucidar o misterioso desenlace destas dúas galegas valentes.
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