El estadounidense Joel-Peter Witkin expone en el marco de 'Fotográfica Bogotá'. Para él, 'la muerte es una puerta para el resto del tiempo'.
Una pierna sobre la camilla de una morgue, en México, llamó la atención de Witkin. "Representa la belleza y la maravilla de la creación", pensó. No encontró problema en llevarse la extremidad, que había sido amputada a una mujer. Meses más tarde, en el 2004, tuvo lista su famosa obra 'Severed Leg Weathervane'.
El estadounidense, de 68 años, sacudió el mundo de la fotografía en los años 80 con sus imágenes impactantes.
Durante más de 20 años, Witkin se ha dado a la tarea de buscar personas únicas en el mundo para retratarlas. "Yo no pienso en la gente en términos de fealdad -dice-. Las personas son feas cuando son corruptas y se meten en cosas que no están bien".
Sin miedo a la muerte
Esa fascinación por los cuerpos que retrata pudo haber nacido del cadáver femenino que vio en un accidente de tránsito, cuando era niño. Tal vez también influyeron las fotografías de revistas como 'Life' o 'Look', que le mostraba su padre. Él no está seguro de qué lo condujo hacia su estilo; solo sabe que la muerte es algo a lo que no le teme.
"A muchos les asusta la muerte, porque le tienen miedo a la vida", dice el hombre que tiene exhibidas varias obras en la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Alguna vez, Witkin trató de buscar personas únicas a través de avisos clasificados en los periódicos. También tuvo una página en internet. "Pero la gente no entendía. Me decían cosas como: 'A mí me falta un dedo'", cuenta. Él asegura que busca "personas o cadáveres bellos (...) normalmente veo a los que me gustarían para mis obras en la calle, los detengo y hablo con ellos", dice.
También ha recorrido morgues y escuelas de medicina de varios países, entre ellos México. "Las personas ven esos cuerpos como algo horrible. Pero yo no solo veo el físico, sino el espíritu", explica.
Fotografías bien pensadas
Puede tardar años en elegir el tema de sus obras. No toma las fotografías antes de planear cuidadosamente en un papel la escena que retratará. Luego demora horas en el cuarto oscuro, donde trata la imagen con ácidos y óxidos.
La técnica que más utiliza es el blanco y negro. "Es más abstracto -explica-. Si hiciera mis obras a color sería demasiado obvio. Aunque también tengo algunas así", cuenta Witkin, cuyas imágenes más económicas cuestan 5.000 dólares.
Witkin y su arte
Para este fotógrafo, los buenos artistas en el mundo se pueden contar con los dedos de una mano. Pero no da claves para identificarlos: "En el arte hay dos misterios: qué es bueno y por qué lo es", dice.
Sus obras, por las que lo han comparado con el pintor renacentista holandés conocido como 'El Bosco', han sido malinterpretadas muchas veces, según afirma.
"La gente está muy ocupada tratando de existir (...) Creen que hay muchas otras vidas, pero no tienen ninguna idea de lo que viene después. La muerte es una puerta para el resto del tiempo", comenta Witkin, católico practicante.
El estadounidense regresará en febrero del próximo año a Colombia, pues piensa llevar a cabo aquí su próximo proyecto, cuyos detalles son, por el momento, un secreto.
Fotográfica, hasta el 16 de noviembre
España es el invitado de honor a este evento que tendrá exposiciones en once galerías de Bogotá. En el encuentro, organizado por el Fotomuseo, también se proyectarán diferentes películas. Las obras de Joel-Peter Witkin se pueden ver en la Galería Garcés.
Más datos en www.fotomuseo.org.
JULIO DE LA HOZ O'BYRNE
ESPECIAL PARA EL TIEMPO