POR LORENA PARDO
CASTELLÓN. La alcaldía del municipio castellonense de Geldo está en manos de la artista, mezzosoprano, escultora y transexual, Manuela Trasobares, quien ha obtenido más del 18% de los votos con su candidatura de ARDE (Acción Republicana Democrática Española). Manuela decidirá los próximos días si forma coalición con PP o PSOE, ambos con tres ediles. De su decisión depende el color del Consistorio.
-¿Cuándo tomará la decisión?
-Sin prisa y bien meditada. Lo que no puedo hacer es decepcionar a quien ha creído en mi persona, propuestas y programa. Voy a negociar porque tengo que tomar una decisión importante para el municipio.
-¿Denunció durante la campaña ataques por ser transexual?
-Siempre se ataca al que tiene fuerza. Es mejor despertar celos que lástima. Estoy halagada que se haya intentado despotricar contra mi persona, lo que implica que han visto algo más en mi candidatura.
-¿Cree entonces que le ha favorecido su transexualidad?
-Estoy muy contenta porque creo que esta situación es el resultado de la democracia llevada a la enésima potencia y demuestra más que nunca que una persona diferente puede llegar a donde se proponga, lo que invita a todo el mundo a no desistir de lo que quiera, siempre que sus metas estén llenas de contenido.
-¿Qué le une a Geldo?
-Aquí me casé hace un año, para dejar mi vida artística, mi activismo por la libertad sexual y me he ido implicando en la cultura, con la gente, en el pueblo, hasta presentar una candidatura, a propuesta de mucha gente que estaba harta de la política. Soy una hija pródiga de este pueblo que me ha acogido y tratado tan bien, y al que no puedo defraudar.
-¿Por qué desde un partido minoritario y republicano?
-Desde un pueblo es donde verdaderamente es difícil hacer política, porque todo el mundo te conoce y saca la cara. Hay mucha gente que tiene negocios y ha creído en mí, pese a estar marcada por los adversarios políticos. Hay que hacer una limpieza de las connotaciones que le ha dado la Guerra Civil al republicanismo y darle el sentido del siglo XXI. Es un sentimiento más cercano a la concepción de Europa, al lenguaje internacional que no entiende que todavía se mantengan estamentos anacrónicos como la Monarquía.
-¿Cuál es su moneda de cambio para la negociación?
-El bien de este municipio y el 20% del electorado que ha creído en mi proyecto de potenciación del turismo, la cultura y el empleo. Mi programa es más de contenidos que de grandes infraestructuras