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Andrea Planelles, Presidenta del FIG: "La cirugía transexual es excesivamente cara en España"
Sólo las mujeres que se han sometido a una operación de cambio de sexo tienen el privilegio de poder cambiar el nombre que figura en su carnet de identidad
C. de C., Barcelona
Andrea Planelles es la Presidenta del FIG, la Fundación para la Identidad de Género. Está operada pero no ha cambiado su nombre de nacimiento de su DNI. "No puedo ser cómplice de algo contra lo que estoy luchando", sostiene.
Sólo las mujeres que se han sometido a una operación de cambio de sexo tienen el privilegio de poder cambiar el nombre de su DNI. Para ello, deben someterse a un examen forense en el que se comprueba que la mujer tiene vagina. El certificado médico de la operación de cambio de sexo no es suficiente.
"Yo no tengo inconveniente en bajarme las bragas ante un forense si el juez se baja los calzoncillos. ¿Por qué no es suficiente el certificado de la operación para los transexuales y sí debe serlo el certificado de nacimiento para el resto?". Andrea denuncia que incluso algunos forenses comprueban de manera táctil si "la vagina es practicable, es decir, si es una vagina penetrable".
Se operó en marzo de 2005 en Phuket (Tailandia) por 5.200 euros. En Barcelona, la vaginoplastia le habría costado 18.000 euros. "Las personas transexuales que se operan en Barcelona, lo hacen el lunes porque los viernes los tienen que echar de la clínica. Si no se han recuperado los llevan a Urgencias y el lunes los devuelven. ¿Quién es más tercermundista?".
Para Andrea, la cirugía transexual es "desproporcionadamente cara" en España y los médicos están peor preparados que en Tailandia, donde, según ella, realizan las mejores operaciones de este tipo.
Sólo las mujeres que se han sometido a una operación de cambio de sexo tienen el privilegio de poder cambiar el nombre que figura en su carnet de identidad
C. de C., Barcelona
Andrea Planelles es la Presidenta del FIG, la Fundación para la Identidad de Género. Está operada pero no ha cambiado su nombre de nacimiento de su DNI. "No puedo ser cómplice de algo contra lo que estoy luchando", sostiene.
Sólo las mujeres que se han sometido a una operación de cambio de sexo tienen el privilegio de poder cambiar el nombre de su DNI. Para ello, deben someterse a un examen forense en el que se comprueba que la mujer tiene vagina. El certificado médico de la operación de cambio de sexo no es suficiente.
"Yo no tengo inconveniente en bajarme las bragas ante un forense si el juez se baja los calzoncillos. ¿Por qué no es suficiente el certificado de la operación para los transexuales y sí debe serlo el certificado de nacimiento para el resto?". Andrea denuncia que incluso algunos forenses comprueban de manera táctil si "la vagina es practicable, es decir, si es una vagina penetrable".
Se operó en marzo de 2005 en Phuket (Tailandia) por 5.200 euros. En Barcelona, la vaginoplastia le habría costado 18.000 euros. "Las personas transexuales que se operan en Barcelona, lo hacen el lunes porque los viernes los tienen que echar de la clínica. Si no se han recuperado los llevan a Urgencias y el lunes los devuelven. ¿Quién es más tercermundista?".
Para Andrea, la cirugía transexual es "desproporcionadamente cara" en España y los médicos están peor preparados que en Tailandia, donde, según ella, realizan las mejores operaciones de este tipo.
