no sé si este foro está para historias de morbo, pero es que tengo que compartir lo que me acaba de pasar.
Estoy seguro que tiene que ver con la luna llena, y seguro con algun astro más, porque esas cosas no me han pasado en mi vida. Hay aquí una liberación de temas morales, y la verdad es que no siento ningún remordimiento.
Yo vivo en un piso compartido en Barcelona y uno de los compañeros suele, con una frecuencia casi diaria, traer amiguetes para un polvo, chicos que encuentra en discotecas, en la calle, internet o apps de smartphone.
Me fijo en los tipos que invita a casa y a veces me pregunto como logró él ligar a un tío tan morboso… Yo no considero que yo haya tenido mucha suerte en ligar con chicos guapos o especialmente morbosos. Es verdad que el cesped del vecino siempre parece más verde, pero lo he repensado y estoy seguro que ese mi compañero de piso es mucho más listo que yo cuando se trata de ligar a chicos atractivos.
Bueno, la noche pasada al llegar a casa me deparo con un joven de unos 25 años llevando apenas calzoncillos, moreno y dorado de sol, una piel resplandescente, unos pelos negros sobre um rostro exótico, unos labios generosos, ojos negros intensos, el cuerpo enseñando unas curvas increíbles etc etc, vamos, una visión.
Entra en el baño para ducharse y yo, también en calzoncillos me pongo en el sofa a mirar videoclips, sujetando el mando. Sale él de la puerta detrás de mi, no sé si me miró, y se va por el pasillo hacia la habitación de dónde había venido. Lo veo desaparecer envuelto una toalla minúscula que dejaba entreverse la marca del bañador y las cada vez más evidentes curvas sensuales de sus países bajos.
Me fui acostar pero no pude dormir. Estube un rato pasandolo fatal, cuestionando mi vida, que por que me dedico tanto al trabajo, que como puede ser que no trate de disfrutar, que por que no me curro el ligar los chicos que de hecho me atraen… Me estaba sentiendo fatal, y sabía que era porque estaba comparando mis ligues com los de mi compi, pero no lo podía evitar.
Cuando estaba casi dormido, me envió un mensaje instantaneo un amigo que conoci en Ibiza, un chico con quién intenté ligar pero con quien, por tener novio, y apesar de confesar desearme mucho, al final no me acosté. Me preguntaba si yo estaba dormido. Recordamos el día en que nos besamos. Me dijo que estaba sólo en la cama. Y empezamos a hacer sexo por whatsapp. Cuando terminó, le dije que era mi ángel del sexo, se rió. Descolgamos y a dormir.
Por la mañana, oigo algun ruido en la habitación al lado que me hace creer que es mi compañero teniendo sexo con el chico morboso que avisté la noche anterior. Me entran unos celos de matar. Le había enviado la noche anterior un mensaje instantaneo preguntandole si estaba despierto, con la intención de indagar si no quería hacer un trío, porque apesar de que él no me atrae, no podía parar de pensar en el chico. (Estoy fatal). Y él no lo contestó hasta minutos después de haberme despertado con aquel ruído por la mañana. Transcribo aqui la conversación tal y cual, apenas traducida al castellano:
- C., estás despierto? 0:04 a.m.
- No. Jejejeje 09:07 a.m...
- Dónde encontraste esse chico tan morboso? Eres un artista! Y que suerte tienes!
- Jajajaja! Tu miras mucho la apariencia y pasas del contenido. Pero sí, él es muy dulce. Tuve suerte, la verdad.
- Ayer me lo crucé en la cocina y… vaya!
- No te entiendo, tu eres más guapo y tienes mejor cuerpo que yo, y además eres más interesante. Deberia ser mucho más fácil para ti. Él está todavía ahí?
- Gracias. Pero las cosas no han pasado así conmigo.
- Es verdad!!! Tal vez te falte iniciativa. Pero es también normal, ya que estás inmerso en tu proyecto.
- No sé, tengo cerrada la puerta de mi habitación.
- Toma mucho tiempo. Jajaja ok.
- Disfruta. Jejeje.
Muy bien, pues me voy a la cocina para desayunar y después de estar allí unos minutos se me aparece el chico. Miradas. Viene a coger un vaso de água. Se acerca. Hace que no pasa nada. Le pregunto si quiere desayunar algo. Se va. Vuelve. Hay clima. Le toco suavemente la piel en el brazo, cerca de la espalda. Sonrío. Me mira con interés. No se entrega. Le pregunto de dónde es. Vive en Suecia. Es de Iraq. Total cambio de perspectivas. Respecto a su país de origen, por supuesto. Respecto a él, sigo teniendo la misma perspectiva, la única diferencia es que lo veo cada vez más de cerca. Se afasta. Coge el mando y se pone a intentar encender la tele. Por la posición que adopta para hacerlo, intuyo que me está provocando. Me acerco por trás, le envuelvo con los brazos y cojo el mando diciendole que le voy a ayudar. No resiste. Ya está. De allí hasta volver a la cocina, siempre controlando si no viene alguien, exploramos cada uno el cuerpo del otro, nos besamos. Despues de un minuto, recobrando la respiración, le pregunto que si está de vacaciones, y que si no quiere venir a verme por la tarde. Vuelve a la habitación para coger su móvil, escribo mi número, volvemos a tocarnos y en nada dice que se tiene que ir. Cojo mi desayuno y empiezo a caminar hacia la habitación. Al alcanzar al pasillo, noto que está delante de la puerta de mi habitación, mirando hacia el interior. Me acerco y le invito a entrar. Que momento más lindo!
Ya no me importaba nada. Si se despiertase el compi (que seguramente estaba otra vez dormido), y nos pillase, pues que se había de hacer? Hice sonar música y nos acostamos, ardientes, juguetones, abrazos tiernos, besos interminables.
Desde que se fue por la puerta de mi habitación, estuve escriviendo para vosotros. (Gracias por leerme.)
No creo que vuelva a verle. Puede ser que sí. Lo que sí estoy seguro es que ha sido una experiencia de una mezcla de placer y liberación. Me hizo un bien increíble. Que me perdone el compañero de piso, si algun día viene a saber lo que pasó. Puede que no le importe para nada. La pregunta que me hago es hasta que punto nos debemos cortar de hacer lo que tenemos gana por preocuparnos con como otras personas se lo van a tomar.
Buenos días a todos. Saludos.