poema la busqueda

[pelusita]

La búsqueda

Rescatar el corazón de pesares y amarguras,
de llamas desoladas, del infierno, de la muerte,
es batalla que comienza con la lucha por salvarse,
del abismo detestable, que tortura, que te invade.

Si tu guerra no es ganada, se derrama allí tu sangre,
internándote en tinieblas hasta el fin de tus pesares
no consigues el consuelo, del sueño eterno consolable,
te destruyes, te envenenas, eres preso de tus males.

Si al contrario sucediese, tu religión ya retomaste
comenzando como un niño, vida nueva, amor, amarte,
se vislumbran en tu mente, la esperanza de los sueños
que algún día se perdieron y que tu ya despertaste.

De los destrozos de la vida ha nacido así tu fuerza,
de las llagas del sufrir, has emergido ya naciente,
solo sientes el vacío de aquel amor inconciente,
del pasado, del recuerdo, de la infancia de tu mente.

Añoranzas de un pasado, que no fue ni será nunca,
del dolor de la penumbra, que hoy recuerdas muy conciente,
aferrandote a nostalgias, tu pena se hace justa,
no renuncias, solo esperas te desligas de la suerte.

Sueña bosques de rocío, vida larga y luz creciente
sueña almas que te acerquen al sentir sutil y amable
busca paz, recoge sueños que te alejen de lo visto,
del desprecio que tuviste, por lo bello, por la risa,
por tus manos que hoy conoces.

Si estas viva es por tu lucha, por tu fe en la esperanza,
que no acaba por ser justa, solo tuya y muy latente,
se hacen cortas ya las horas, para tocar el presente,
para abrazar las miradas, que hoy están y que no viste.