Reflexiones sobre la situación de los homosexuales mayores
La discriminación legal y la represión social hacia los homosexuales ha estado vigente de manera explicita hasta el establecimiento de la democracia, e implícita hasta finales de los años 80.
Este hecho no ha supuesto la reducción del número de personas homosexuales, pero sí la mayor dificultad de estos para estructurar su vida, desarrollarse a nivel personal, de pareja y social, así como acceder a los servicios sociales de carácter general.
La infravaloración de las necesidades específicas de este colectivo, como consecuencia de su invisibilidad ante los estamentos oficiales, junto con la carencia de políticas afirmativas y de apoyo (que sí se han realizado en otros segmentos de población), han producido una desatención importante de sus necesidades y un desconocimiento profundo de su realidad. A la vez, al no poder acceder en condiciones a determinados servicios y prestaciones, ha fomentado aún más la desestructuración de las personas homosexuales con dificultades.
El continuado proceso de envejecimiento de la población en Cataluña, como consecuencia del aumento de la esperanza de vida y de la reducción de la natalidad, no supone, la ausencia de enfermedades. Un 10.8% de las personas de más de 65 años padecen más de tres discapacidades, y aproximadamente un 6% tienen dificultades para su atención personal.
La carencia de servicios a las personas mayores hace, que en el 86% de los casos sea la familia quién presta esta atención. Caso que no se puede aplicar a gran parte de la población homosexual, dado que no tienen descendencia y en muchas ocasiones las relaciones familiares se han visto profundamente afectadas como consecuencia de los prejuicios sociales.