18 Octubre, 2002
Los gays mayores de 45 años son discriminados por las generaciones más jóvenes.Vicent Canet
El carroza nace con la institucionalización del universo gay y la consiguiente creación de un mercado sexual en el que el carroza difícilmente puede participar horizontalmente, porque no dispone de uno de los bienes más preciados: la juventud
pp 94 La sociedad rosa. Oscar Guasch. Anagrama, Barcelona, 1991.
Así explica el sociólogo Oscar Guasch la creación del carroza (de la discriminación por edad) en el mundo gay. Pero la discriminación de edad no se circunscribe exclusivamente, como indica Guasch en su libro, al mercado sexual, sino también a las relaciones de amistad. No está bien visto que en un grupo de jóvenes gays se introduzca una persona de más de 45 que casi siempre será relegada al papel de viejo verde. No sólo no se suelen ver muchas parejas de gente de más de 45 con gente de menos (estables o esporádicas), es que en general por el ambiente se ven pocos grupos de amigos en que se produzca esta mezcla.
Los gays, que han sido marginados históricamente, parece que no tengan esto en cuenta para preservar la pluralidad de nuestro colectivo. Una de las vertientes de la discriminación que han sufrido los homosexuales es lo que algunos estudiosos del tema han dado en llamar violencia simbólica. Esta consiste en excluirles sistemáticamente de todo el discurso social (literatura, cine, medios de comunicación, enseñanza y de la vida cotidiana: amigos, familiares...). Los gays no han podido asumir públicamente su sexualidad porque no han visto a otros homosexuales cogidos de la mano o expresando su afectividad en la calle, o entre sus amigos o familiares, en el cine, en la literatura, en los medios... O si los ven son sistemáticamente ridiculizados. Esto incita a recluirse para protegerse, para no ser vistos como bichos raros: es el armario. Por eso la visibilidad ha sido tan importante en el movimiento gay. Por eso es importante la existencia de unos medios de comunicación para el colectivo, de las asociaciones, de la literatura y la reflexión sobre la cuestión homosexual y los grupos de amigos gays para que creen un discurso autónomo (un discurso "gay") y unos referentes (positivos) dentro del colectivo y fuera de él. El problema de este nuevo discurso "gay" es que a veces también genera exclusiones, y la de la edad es una de ellas. Se está generando desde el propio discurso "gay" una violencia simbólica que excluye a los que tienen más de 45 años. Éstos son invisibles, no existen en éste discurso. O si los vemos son ridiculizados como carrozas o viejos verdes. La mayoría de los de más de 45 años ya no vuelven al ambiente sino es para recurrir a chaperos o a algunos locales específicos para gente de su edad (que tampoco hay muchos). Esta exclusión de la vejez genera una obsesión: la histeria por aparentar ser joven, por ocultar la propia edad para intentar permanecer en el mercado sexual.
Y esta exclusión se manifiesta en todos los actos de visibilidad del colectivo: ¿cuántos personas de más 45 se ven por el ambiente? ¿Y en la manifestación del Orgullo? Recuerdo que en la última fiesta del 28 de junio a la que fui la gran mayoría tenían menos de 35 años. Había muy poca gente de más de 45, de los cuales el sector más importante eran miembros de asociaciones. En mi mente se quedó una conversación que tuve con un conocido de 46 años, que me comentó que se sentía extraño en el ambiente: "cada vez me siento más lejos de ese mundo". También se quejó de que por los medios (los gays y los generalistas) no suelen salir gente homosexual de más de 50. De hecho cuando alguien piensa en un gay, nadie piensa en un hombre de 70 años, con canas, con barriga, cobrando una pensión, con arrugas y que viste sin seguir la moda... y también los hay. Y es que tenemos pánico a poder ver nuestro futuro en este colectivo, y este pánico proviene del exagerado culto a la juventud que vive nuestra sociedad en general (no sólo de los gays). El exagerado culto a la belleza física identificada con juventud, y la minusvaloración de otros elementos del atractivo: la personalidad, la simpatía, el compromiso, la arruga, las canas, la barriga...explican esta discriminación. Actualmente existen unos valores únicos y excluyentes de belleza a la hora de entrar en el mercado sexual. Esto incide en que los medios solo saquen a aquellos gays que se corresponden con el estereotipo: jóvenes, guapos (dentro de un determinado concepto de belleza), musculosos, y con una determinada estética. Muchos no se dan o no se quieren dar cuenta que, más tarde o más temprano, llegaremos a ciertas edades. Y que cuando lleguemos, seremos apartados del ambiente por no ser considerados objetos de deseo: unos recurrirán a chaperos, y otros intentarán mantener una falsa imagen de juventud, los más afortunados podrán seguir en el mercado pero a costa de sentirse poco atractivos. Un amigo de 50 años me contó como en un local de ambiente se sintió atraído por un joven, pero pensó que alguien tan guapo y joven no le podía hacer caso. Y fue el joven el que cogió la iniciativa. Él aún está en el circuito sexual, pero a costa de tener ciertos complejos ("demasiado guapo para mí").
He querido aquí reivindicar el uso del termino carroza, que en ningún momento ha sido utilizado peyorativo, para darle un carácter reivindicativo al igual que hizo el movimiento homosexual con la palabra gay en los sesenta. En aquella época se apropiaron de una palabra como "gay", que antes de era casi un insulto, para darle un carácter reivindicativo. Ahora es la palabra con más aceptación para hablar de la opción sexual homoerótica. Por eso al mismo tiempo que el dia 28 de junio se reivindica el orgullo gay, quiero reivindicar aquí el orgullo carroza (o como queráis llamarle, pero orgullo) El orgullo de tener cierta edad y de no tener que aparentar lo que no se es (jóvenes), ocultando la edad para ser aceptados; orgullo para que no les hagan creer que ya no valen para nada o que no son atractivos o interesantes; orgullo, en definitiva, de reivindicar una visibilidad y los referentes que se les niegan.
En otros países como Holanda, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos ya existen asociaciones de gente mayor homosexual. No sé si es la solución, pero si que sé que han decidido ir por la vía del orgullo, la reivindicación y la visibilidad, cosa que aplaudo.
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