“A los medios de comunicación no les interesan los viejos, y mucho menos los viejos homosexuales, quienes parecen aceptar su destino alejándose de la vida social. El término ‘invisible’ me parecía particularmente apropiado para designar a los hombres y las mujeres que carecen de todo tipo de representación”, declara el director de “Los invisibles”, Sébastien Lifshitz, que cuenta con una filmografía especialmente sensible a los asuntos LGTB (“Primer verano”, “Wild side”…).
Este documental es un mosaico de testimonios de ancianos que nacieron en la época de entreguerras y que solo tienen en común ser homosexuales y un discurso ajeno al de la “homosexualidad oficial”, es decir, con la vista puesta en otras cosas que nada tienen que ver con las conquistas legales.
Pasó por el pasado festival de Cannes y ahora puede verse en los cines de México. El film es valiente en sus planteamientos y no oculta cuestiones un tanto tabúes como la sexualidad en la tercera edad: “Es cierto que me gusta filmar personas que dan todo de sí para lograr lo que se proponen, que no temen a sus propios deseos, corriendo el riesgo de que esa posición les aleje del mundo que las rodea. Creo que es una forma de hablar de la libertad”, asegura el director a culturalmenteincorrecto.com.
Fuente: “Los invisibles”: la doble discriminación de ser viejo y además homosexual