Enviado Enoch el 20 Abril 2010
Tras veinte años viviendo juntos en California, las autoridades locales tratan a una pareja de ancianos gays como meros compañeros de piso, impidiéndoles compartir sus últimos meses de vida juntos, internándolos en diferentes asilos y despojando al superviviente de todo su patrimonio, compartido con el fallecido.
La historia que nos llega desde el Condado de Sonoma, en California, es sobrecogedora. Harold Scull -de 88 años en aquel momento- y su pareja Clay M. Greene -de 77- vivían juntos desde hacía veinte años y se habían nombrado respectivos herederos y responsables legales en caso de precisar decisiones médicas. Tras una caída, Harold tuvo que ser ingresado, y en ese momento comenzó un calvario que continúa hasta hoy.
Para empezar, los responsables sanitarios y del condado ignoraron las disposiciones legales que la pareja había preparado y se negaron a permitir a Clay visitar a su pareja (de haber ocurrido ahora, posiblemente se habrían beneficiado de la medida recientemente anunciada por el presidente Obama contra la discriminación a pacientes LGTB en hospitales que reciban fondos públicos). A continuación las autoridades procedieron a subastar las pertenencias compartidas por ambos hombres sin analizar a quién pertenecía cada cosa, considerando a Harold como alguien sin familia y a Clay como un simple compañero de piso. Para colmo, el condado internó a Clay en contra de su voluntad en un asilo diferente al de Harold, que murió a los tres meses, sin que a Clay se le permitiera estar a su lado en todo ese tiempo.
Clay ha sido despojado del hogar y la vida que compartió con su pareja a lo largo de veinte años, incluidas propiedades y mascotas (que se temen muertas). El único objeto que le queda es un álbum de fotos que Harold consiguió a duras penas construir para su pareja, durante sus últimos meses de vida. Tras conseguir su liberación del geriátrico gracias al trabajo de una abogada, Clay ha demandado al condado, a la compañía de subastas y a los responsables sanitarios. En este proceso cuenta con el asesoramiento del Centro Nacional para los Derechos Lésbicos (NCLR), y el juicio tendrá lugar el 16 de julio. Hay una página en Facebook para dar visibilidad a lo ocurrido.
Cabe señalar que las fuentes de información sobre esta historia son aún escasas. A la espera de detalles publicados en la prensa tradicional, la propia web oficial del Condado de Sonoma confirma que el caso fue tratado a puerta cerrada en noviembre de 2009 (sección ‘Closed Session, 3′).
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