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Berlín inaugura un asilo para ancianos homosexuales
Es el primer centro Europeo de estas características que ayudará a que los gays de la tercera edad disfruten orgullosos de su condición sexual.
La mayoría de los homosexuales no tienen hijos, con lo que llegados a la tercera edad pueden sentirse más solos que el resto de la sociedad. Pensando en ellos Berlín ha querido ofrecer un lugar para éstos en el barrio de Pankow. Se trata del primer asilo en Europa para personas gays, que se inaugura esta semana, en el que sus inquilinos pueden vivir solos o con sus parejas. Una idea de la asociación de homosexuales y lesbianas Village, cuyo objetivo principal asegura que es evitar que los ancianos sean también discriminados.
Hasta la década de los sesenta la homosexualidad estaba prohibida en Alemania con lo que los más de veinte ancianos que residirán en la institución, conocen de manera especial cómo es la vida de aquellas personas que no pueden hacer pública su condición sexual. Ahora, con muchos años más, no tendrán que ocultar a nadie cómo son. Aún así, Village reclama más instituciones de este tipo ya que estima que más de mil ancianos gays viven en los asilos convencionales.
Es el primer centro Europeo de estas características que ayudará a que los gays de la tercera edad disfruten orgullosos de su condición sexual.
La mayoría de los homosexuales no tienen hijos, con lo que llegados a la tercera edad pueden sentirse más solos que el resto de la sociedad. Pensando en ellos Berlín ha querido ofrecer un lugar para éstos en el barrio de Pankow. Se trata del primer asilo en Europa para personas gays, que se inaugura esta semana, en el que sus inquilinos pueden vivir solos o con sus parejas. Una idea de la asociación de homosexuales y lesbianas Village, cuyo objetivo principal asegura que es evitar que los ancianos sean también discriminados.
Hasta la década de los sesenta la homosexualidad estaba prohibida en Alemania con lo que los más de veinte ancianos que residirán en la institución, conocen de manera especial cómo es la vida de aquellas personas que no pueden hacer pública su condición sexual. Ahora, con muchos años más, no tendrán que ocultar a nadie cómo son. Aún así, Village reclama más instituciones de este tipo ya que estima que más de mil ancianos gays viven en los asilos convencionales.
