Ocho personas se enfrentan a un juicio por la violación y asesinato de una pareja de lesbianas en el que no es el primer caso de estas características que se produce en Sudáfrica, donde las mujeres homosexuales parecen estar siendo objeto de una persecución. Por Luis M. Álvarez
Ocho personas de entre 18 y 53 años de edad, una de ellas una mujer, se enfrentan a un juicio que comienza este jueves, 18 de enero, acusados con dos cargos de asesinato, violación, secuestro, robo, posesión ilícita de armas de fuego y obstaculizar la justicia en el caso de una pareja de lesbianas que habrían sido violadas y asesinadas prendiéndoles fuego en el que no es el primer caso de estas características que se produce en Sudáfrica.
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Casadas desde hace tres años y residentes de la localidad de Mooinooi, ubicada al noroeste de Sudáfrica, Joey van Niekerk y Anisha van Niekerk, de 32 y 30 años de edad respectivamente, salen de su domicilio para acudir a un funeral en Pretoria, el 10 de diciembre del año pasado. Nunca llegan al entierro y tampoco vuelven a su domicilio. Siete días después descubren su vehículo abandonado tras haber sido incendiado y el 28 de diciembre se localizan unos restos óseos esparcidos a lo largo de una carretera que resultan ser los suyos.
En abril de 2017, Nonkie Smous, igualmente lesbiana, habría sido violada y asesinada prendiéndole fuego en una caso que conmocionó al país y por el que los miembros del colectivo LGBT son advertidos de que podrían ser víctimas de una violencia sin precedentes. «Desde la muerte de Nonkie, las personas sienten que pueden salirse con la suya con todo (…). Las mujeres que se identifican como lesbianas de marimacho son particularmente señaladas, siendo acosadas por pensar que son 'hombres' y ser amenazadas por la necesidad de que 'se les enseñe que son mujeres'», declara Nthabiseng Mokanyane, amigo de la víctima.
«Las personas LGBTI se esconden porque tienen miedo de ser violadas y quemadas brutalmente», declara Cindy Maotoana, presidenta de un grupo LGBT de Limpopo, solicitando la colaboración de las autoridades y advirtiendo de que su comunidad está siendo atacada, particularmente las lesbianas, muchas de las cuales son sometidas a «violaciones correctivas». La activista sostiene que «nada está mal con nosotras. No necesitamos ser asesinadas», explicando que ser lesbiana «no significa que alguien tiene que violarme y matarme o incluso quemarme (…). ¿Puedes imaginar a alguien siendo quemada viva? No es bueno lo que no están haciendo a nosotras».
Noxolo Xakeka, de 23 años de edad, también era asesinada en un ataque homofóbico en la madrugada del mismo día de Año Nuevo. De camino a una fiesta en la casa de unos vecinos, un desconocido le increpa en referencia a su orientación sexual para terminar asestándole tres puñaladas por las que pierde la vida a pesar de ser evacuada a un hospital. «Este fue el tercer asesinato durante el período festivo en los últimos tres años en el que una mujer es asesinada por su orientación sexual. Nosotras no nos separamos de la lucha de las mujeres, pero lo que hace que esto sea diferente es que un hombre no podría entender que una mujer no estaba interesada en él. Parece que desde 2016 hemos estado enterrando lesbianas asesinadas brutalmente de una manera muy extraña en nuestros pueblos», declara Velisa Jara, portavoz de un grupo de apoyo a mujeres lesbianas de color, Free Gender.
Fuente: https://noticias.universogay.com/acu..._18012018.html