Foto: Sisi Cáceres tiene 48 años y vive en Cáceres con su hijo de 10 años. :: armando méndez
Sisi Cáceres, presidenta de Extremadura Entiende
La activista cacereña, natural de Trujillo, ha copresentado el acto central de World Pride celebrado recientemente en Madrid
El hijo de Sisi Cáceres, Sergio, de 10 años, también vivió con su madre el Día del Orgullo por antonomasia, el del Orgullo LGTBI, el pasado 24 de junio en Mérida y para ello el niño lucía en su camiseta la frase: 'Mi mamá es lesbiana'. Es la normalidad festiva de la diversidad familiar que ya se ha asumido en este país, aunque para el colectivo Extremadura Entiende, la Asociación de Lesbianas y Mujeres Transexuales y Bisexuales, todavía es necesario estar ahí para apoyar a las mujeres lesbianas, sobre todo del mundo rural. Sisi Cáceres, trujillana de 48 años, es desde octubre de 2015 presidenta de esta asociación, creada en 2008. La pasada semana, el 1 de julio, tuvo un papel señalado en la fiesta internacional del Orgullo, el World Pride, celebrado en Madrid, al ser la copresentadora del acto central, el que se desarrolló en la Plaza de Colón. Hace ocho años se separó de su mujer, con la que convivía como pareja desde hacía 16 años. Con ella, mediante inseminación artificial, tuvo a su hijo, con quien ahora vive en Cáceres. Es diplomada en Magisterio y ha trabajado como técnica de proyectos en diversas ONGs. Actualmente está en paro.
-¿Cómo ha sido la experiencia de ser copresentadora de la cita internacional del Orgullo LGTBI?
-Pues todavía tengo los nervios a flor de piel y la piel de gallina. Ha sido una experiencia única, irrepetible, fantástica, no sólo por las emociones que sientes encima del escenario al anunciar a todos los compañeros y compañeras de otras entidades que llevan manifestándose y trabajando en su día a día durante muchos años. Hay que resaltar también el hecho de que han estado allí, por primera vez en la historia, todos los partidos políticos de España en la pancarta de cabecera, todos comprometidos con el desarrollo de nuestra ley. Para estar en la pancarta inicial debían haberse comprometido a tramitar la Ley de Igualdad Social LGTBI que está en trámite parlamentario.
CLAVES«En nuestra asociación hay mujeres de izquierdas, de derechas, religiosas y mujeres ateas» «Queremos lanzar una mensaje de optimismo a esas mujeres que viven en los pueblos y no se atreven a hacerse visibles»
-¿Se puede ser lesbiana y de derechas?
-Sí claro, y se puede ser lesbiana y cristiana, por su puesto.
-¿Aunque la religión te haya reprimido?
-Claro, pero eso son cuestiones personales en las que no entra una asociación como la nuestra. Nuestra asociación es apartidista, feminista y laica como asociación. Son los tres principios que nos definen. Luego, individualmente cada cual tiene la libertad de elegir lo que quiera.
-En el Orgullo se ha visto con normalidad a dirigentes del PP, por primera vez. Pero un homosexual, una lesbiana ¿tienen que identificarse necesariamente con la izquierda?
-En absoluto. De hecho, en nuestra asociación hay mujeres de izquierdas y mujeres de derechas y mujeres religiosas y mujeres ateas. Ahora, otra cosa es que representando a la asociación muestren su identidad política o religiosa. Eso no. Pero individualmente hay debates sobre la manera de vivir el feminismo o la religión y no hace falta ponerse de acuerdo.
-Su colectivo ha llevado a Madrid lo rural como bandera, expresada en la pancarta que exhibieron en la manifestación. ¿Qué problemas específicos existen en el mundo rural? ¿Es más difícil salir del armario en un pueblo que en una gran ciudad?
-Exactamente. La presión social que se vive en un pueblo de cuatro mil habitantes , por ejemplo, no se vive en una ciudad más grande porque en una ciudad más grande te puedes diluir un poco, pero en un pueblo tu forma de comportarte y de vestir, tu soltería, pues se sabe. Hay más presión religiosa y para las mujeres es más difícil salirse de la norma, sobre todo porque tienen mucho miedo a hacer daño a su familia, a que su familia se avergüence de lo que son ellas. Por ello intentamos dar toda la información y toda la visibilidad posible a través de toda la red de oficinas de igualdad de las mancomunidades para que la gente nos vaya conociendo y esas mujeres se atrevan a dar el paso. Contamos con una cosa: las mujeres, desde siempre, se supone que lo teníamos más fácil porque podíamos vivir dos amigas como amigas mientras que dos hombres no lo podía hacer porque se sospecharía rápidamente. Pero eso es un arma de doble filo, porque claro, si te acomodas en esa zona de confort y dices 'bueno, esta es mi amiga' entonces ves que no tienes necesidad de vivir fuera del armario y eso no es vivir en libertad porque al final te estás engañando.
Feliz
-¿Y hasta cuando ha estado usted engañándose?
-Bueno, yo he semi estado en el armario hasta los 40 años. Ahora tengo 48 y soy más feliz que una perdiz. Fue a partir de mi separación de una mujer, que también estaba viviendo en el armario, aunque los amigos lo sabían y mi familia también medio tal y cual... Pero nunca se hablaba de ello, nunca absolutamente. Sin embargo a raíz de mi separación es cuando yo empecé a buscar referentes y encontré a Extremadura Entiende y la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, FELGTB. Estas asociaciones han sido las que me han hecho crecer y empoderarme para ser capaz de decir las palabras 'soy lesbiana', que hasta entonces no era capaz.
-¿Qué mensajes han querido lanzar en Madrid con la pancarta 'Lesbianas rurales?
-Queríamos lanzar ese mensaje de que las lesbianas rurales también en nuestros pueblos luchamos y existimos porque parece que hasta ahora no existían. Parecía que las lesbianas sólo estaban en las grandes ciudades. Sin embargo, queremos decir que seguimos viviendo en los pueblos, que hacemos nuestra vida, que tenemos nuestros hijos, nuestros trabajos... Nos orgullecemos de la tarea que hacemos aquí y porque queremos lanzar un mensaje de optimismo a todas esas mujeres que viven en los pueblos y que no se atreven a hacerse visibles y decirles 'nosotras también somos de pueblo y somos visibles y vivimos nuestra vida con libertad y queremos que vosotras podáis hacer lo mismo'.
-¿Cuántas personas están en Extremadura Entiende?
-Somos 32 socias, entre Cáceres y Badajoz. Lo que pasa es que la gran mayoría de mujeres lesbianas visibles son identificadas principalmente con movimientos feministas. Las que no son feministas reconocerte de una asociación de lesbianas es reconocer que tú lo eres y muchas no se asocian por eso. Hemos tenido un caso hace bastante tiempo de una mujer que nos pagaba en mano la cuota para que ni en el banco quedara constancia.
-¿Cree necesario que salga mucha más gente del armario en Extremadura?
-Sí, sí. Necesitamos referentes del mundo del deporte, del mundo de la política y de la cultura. Necesitamos incluso que profesoras lesbianas sean visibles dentro de los centros escolares porque eso sería un referente para el alumnado, para que lo viva de manera natural. Para los niños y niñas que son gais o lesbianas o que tienen madres lesbianas, les facilita su proceso en los centros educativos. Lo que hacen falta son referentes públicos.
Fuente: http://www.hoy.es/caceres/lesbianas-...3016-ntvo.html