Durante muchos años para mi ser lesbiana fue sinónimo de vergüenza. Mis padres estaban…
Durante muchos años para mi ser lesbiana fue sinónimo de vergüenza. Mis padres estaban decepcionados, no me rechazaron así abiertamente pero me trataban como si tuviéramos que vivir con un defecto congénito mío, a pesar de que me querían y me lo seguían diciendo.
Como en la película Matrix, si me hubieran dado una pastilla a elegir, pero en este caso para cambiar la orientación sexual, no lo hubiera dudado ni un segundo.
Pasaron los años, tuve novias, amigas lesbianas, pero seguía con esa sensación de vergüenza, ni se me ocurría salir del armario en el trabajo o dar la mano en la calle.
Una de las amigas que hice, Lorena, era muy activista y siempre decía sentirse orgullosa de ser lesbiana. Yo para mis adentros pensaba: ¿pero orgullo de qué?
Hizo un buen trabajo conmigo, “no me comas la cabeza”, le decía yo entre risas. “No te imaginas lo guapa que serías si te gustaras así como eres”, me respondía ella.
Con el tiempo fui entendiendo lo que significaba ese orgullo. A medida que fui conociendo la lucha de las mujeres que estuvieron antes que yo, las que se enfrentaron al escarnio, a las palizas e insultos para conseguir derechos para todas, cuando conocí a mujeres lesbianas de la antigüedad que la historia patriarcal ha intentado borrar, cuando pensé en cómo me cerraba puertas a mi propia felicidad, fui entendiendo lo que era la visibilidad lésbica y por qué era tan importante.
No fue de un día para otro, pero soy una persona tan diferente hoy. He hecho cosas que no me imaginé que podría hacer. Me casé con la preciosa mujer que me enseñó lo que es el orgullo, Lorena, y lo hice frente a mi familia, amigos, compañeros de trabajo. Feliz, pletórica.
Entré a una clínica de fertilidad, IVI, y dije a los profesionales que me atendieron que era una mujer lesbiana y quería embarazarme con el óvulo de mi esposa (Método ROPA). Orgullosa.
Le dije a madres y padres de la guardería de mi niña que éramos una familia homoparental, que esa cosita pequeña que no paraba de dar saltos tenía dos mamás. Y lo dije con una naturalidad que ni yo misma hubiera creído capaz.
He hecho cosas y las sigo haciendo. Como enseñar a nuestra hija lo que es la visibilidad lésbica y lo que es el Orgullo, el orgullo de nuestra familia y nuestro amor.
Fuente: https://www.mirales.es/por-que-la-vi...mar-mi-familia