Tras varios años, por fin conocemos la sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso de Sonia Vivas. La actual concejala de Justicia Social, Feminismo y LGTBI de Palma de Mallorca denunció a tres compañeros de la policía local por haberle ridiculizado por ser lesbiana durante casi diez años.
En concreto, acusó a los policías Rafael Puigrós y Alberto Juan Llaneras de encabezar este acoso homofóbico, junto con el excomisario Rafael Estarellas que, según cuenta la expolicía, conocía los hechos y los permitía.
Tal y como informa el diario Público, el Supremo confirma las penas de tres años y cinco meses de prisión para Puigrós por los delitos de coacciones, denuncia falsa y falso testimonio; y de 15 meses para Llaneras por un delito de coacciones. Una pena que obligará, al menos al primero de ellos, a ir a la cárcel irremediablemente, según fuentes judiciales.
“Es la primera vez en España que un policía va a entrar en prisión por lesbofobia”, ha explicado Vivas, quien ha celebrado el respaldo del Supremo. “Por fin acaba el infierno de doce años que he sufrido en mis carnes, por homofobia y por ser denunciante de corrupción en el caso Cursach”. Este caso desveló tramas de corrupción en Mallorca que salpicaban a la policía y a políticos vinculados con el tráfico de drogas, trata con fines de prostitución y tráfico de influencias.
Fue en junio de 2018 cuando nos hicimos eco de la denuncia que interpuso Vivas en la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca. En el interrogatorio de más de tres horas, Sonia Vivas declaró que el acoso comenzó cuando entró en la unidad. La denunciante afirmaba: “Fue denigrante como mujer y como lesbiana. Me trataron como a una basura”.
Vivas, en su día jefa de la Unidad de Delitos de Odio, contaba que le hicieron pintadas en la casa, le pincharon las ruedas del coche, le forzaron la cerradura y rompían huevos en su sillín de la moto, entre otras lindezas. Sonia Vivas llegó a pensar que iban a matarla.
En el juicio, la expolicía local manifestó que en la unidad tenían una obsesión con los homosexuales. Los compañeros lanzaban cubos de agua a los transexuales en la calle Federico García Lorca y “Estarellas se reía porque eran amigos”, comentaba Sonia.
La tensión acumulada fue tal que necesitó tratamiento psiquiátrico, y acabó perdiendo a su pareja de entonces.
Fuente: https://shangay.com/2021/01/28/juici...-de-homofobia/