Marina Logares es la autora del volumen "La geometría y otras revoluciones" (CSIC). Como buena científica española -entiéndase el sarcasmo- Marina da clases en Reino Unido, en la Universidad de Plymouth, e investiga sobre que los fibrados de Higgs, la conocida partícula de dios (Si has visto la serie Dark, es la cosa negra que flota). Marina está detrás de demostrar que los electrones no son objetos sino filamentos que vibran.
Como ves, está metida de lleno en el mundo de lo abstracto pero esto no le saca de enfrentar la realidad como cualquiera de nosotras. La matemática ha sufrido la homofobia en propia piel, literalmente. Paseando de la mano con su chica por el Vigo central, fue atacada por el típico ser primitivo que te dice que eres lesbiana porque no has probado un tío como él. (Imagino que "probar" individuos así solo nos podría hacer lesbianas al cuadrado, valga la redundancia matemática).
Marina, cinturón negro de taekwondo, entro así en una pelea al uso con uno que resultó ser también boxeador profesional. 7 puntos se llevó de un puñetazo que le obligaron a salir del armario en el trabajo cuando le preguntaron por tamaña lesión.
Esta licenciada en la Universidad Autónoma de Madrid es ahora codirectora del grupo LGTB+ del campus de Plymouth, orientado a ayudar a quien lo necesite o educar en una universidad inclusiva con la diversidad. "Las lesbianas somos invisibles. Sigue siendo un tema tabú en muchos aspectos", ha explicado Marina para El País, quien viaja a menudo a la India, primera potencia en el estudio de su campo científico. País donde hasta 2018 se penaba con cárcel -incluso cadena perpetua- la homosexualidad. “¿Para qué ir allí con mi novia? ¿Para pasar el rato con miedo y sentirnos menos? (...) Allí tendríamos que haber disimulado. Si juntas las camas de la habitación, ¿cómo lo explicas? Es humillante”.
"Yo soy la única mujer matemática pura en mi departamento”, explica Marina para señalar que faltan referentes femeninos que animen a las mujeres a estudiar matemáticas, y pone el ejemplo de Coral Bistuer, taekwondista española que fue el referente de muchas niñas de su generación que, como ella, sintieron que sí podían apuntarse a taekwondo. “Coral Bistuer hizo un trabajo fantástico, porque de repente era famosa, era fantástica, era una competidora impresionante”.
Sobre ser lesbiana, Marina denuncia nuestra falta de referentes con un gran ejemplo a El País, referido a la serie Ellen: Hay un momento de la serie en que “ella consigue el número de teléfono de una chica y está con unos amigos en plan: '¿Qué hago? ¿La llamo o no la llamo?'. Y, entonces, su mejor amiga le dice: 'No sé, yo siempre he pensado que la chica no tiene que llamar primero”. Efectivamente, a saber cómo buscarse la vida -conocer chicas, salir del armario, etc- como lesbiana no hemos tenido referentes en esta generación, lo hemos aprendido solas.
Fuente: http://www.mirales.es/la-matematica-...TW0WyvmB5EwjpI