Diferentes asociaciones denuncian que las lesbianas siguen siendo acusadas de brujas o estar poseídas por el demonio, además de ser torturadas y sometidas a violaciones correctivas en Camerún.
Alrededor de una docena de mujeres, algunas de ellas adolescentes, son arrestadas como sospechosas de ser lesbianas en el mes de mayo en Camerún. Tras ser sometidas a intensivos interrogatorios y ser torturadas, también se les aplican violaciones correctivas en grupo con el objetivo de «curar» su homosexualidad, según revela un informe de Thomson Reuters Foundation, denunciando de esta manera hasta qué punto sufren y son perseguidas las lesbianas en un país en el que además son consideradas brujas o poseídas por un demonio.
«No vi a las chicas como todos los demás, pensé un mal espíritu me había invadido (…). De manera que empecé a rezar para que se fuera», confiesa una refugiada que actualmente vive en Francia, Viviane, pero que cuando tenía 14 años de edad y vivía en Yaundé, quien pensó realmente que había sido embrujada cuando se sintió atraída sexualmente por otras personas de su mismo sexo. Tras comprobar que las oraciones no sirven de nada, termina aceptando su orientación sexual y comienza a salir con otra chica. Una vez es descubierta por su familia le dan una paliza y le obligan a ver al «médico brujo» local de su aldea que le obliga a beber sangre y le introduce chili picante por el ano con la intención de «purificarle». Asimismo, con el objetivo de «salvar el nombre de la familia», le obligan a casarse con un pastor de la iglesia más de treinta años mayor que ella, quien la encadena a una pared y la viola brutalmente a los 18 años de edad. «Para ellos, yo era como un collar que vendían», afirma Viviane, explicando que no le habría servido de nada denunciar la violación al tratarse de un pastor, quien «es como un Dios» en Camerún: «Dios no puede violar. Y si lo acusas de violación, eres el demonio».
Las detenciones de personas sospechosas de ser homosexuales son habituales en algunos países africanos, como también lo son las violaciones correctivas, particularmente en Camerún, donde no solo es ilegal ser homosexual, sino que es uno de la media docena de países en los que se castiga con la muerte. Irónicamente, la brujería también es una práctica ilegal, pero parece ser menos dañina para las autoridades, que no interceden para evitar que se apliquen estas violaciones correctivas, siempre que sea para «curar» la homosexualidad.
Según un informe de 2017 de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), 33 países africanos, de un total de 54, criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo. Solo en Camerún, el año pasado se registraron casi 600 agresiones de carácter homofóbico, según Humanity First Camerún, siendo violadas una de cada cinco lesbianas, así como uno de cada diez gays. Datos que podrían ser mucho peores dado que muchas agresiones ni siquiera son denunciadas.
«La situación en Camerún para las lesbianas y cualquiera que no se identifique como heterosexual es extremadamente grave. Las relaciones entre personas del mismo sexo están en contra de la ley y son socialmente inaceptables, y las personas que son, o se cree que son, lesbianas o homosexuales suelen ser objeto de ataques de vigilantes, palizas y formas de tortura. Está creciendo una valiente oposición a la supuesta visión «tradicional» de la orientación sexual, pero los activistas en el país tienen que ponerse en circunstancias extremadamente peligrosas, enfrentándose a la intimidación, violencia, amenazas e incluso la muerte, por su trabajo en la defensa de los derechos LGBTI», declara Balkissa Ide Siddo, de Amnistía Internacional en África central.
Fuente: https://www.universogay.com/noticias/lesbianas-siguen-siendo-acusadas-brujas-sometidas-violaciones-correctivas-camerun__08102018.html