Enviado Flick el 19 Enero 2010
A partir del próximo curso, la normativa andaluza de convivencia escolar considerará explícitamente la homofobia como conducta grave en la educación secundaria, que será castigada con el traslado a otro centro o la expulsión durante un mes. Se trata de la primera vez que la Consejería de Educación andaluza introduce explícitamente la homofobia en el articulado de un texto legal. Según un estudio reciente, un tercio de los alumnos de ESO andaluces ve “comprensible” avergonzarse de amistades y hermanos homosexuales.
Hasta ahora estas conductas eran castigadas como “sexistas”, pero ahora se afina más la tipología. De esta forma, el artículo 10.e del reglamento orgánico de la ESO establecerá como conductas graves “las vejaciones o humillaciones contra cualquier miembro de la comunidad educativa, particularmente si tienen una componente sexual, racial, xenófoba u homófoba, o se realizan contra alumnos o alumnas con necesidades educativas especiales”. Las organizaciones LGTB andaluzas lo aplauden, aunque lamentan que la Junta haya tardado en distinguir la homofobia del resto de agresiones, teniendo en cuenta que hace tres años ya lo hizo la Comunidad de Madrid.
Por otra parte, tanto en primaria como en secundaria la discriminación por orientación sexual será considerada una circunstancia agravante de la responsabilidad del alumno a efectos de la gradación de las correcciones y de las medidas disciplinarias.
En Andalucía la lucha contra la homofobia es un principio recogido en el nuevo Estatuto. “Ahora es el momento de ser más contundentes y explícitos al hablar de la discriminación sexual. Así cumplimos con el Estatuto y mandamos un aviso: cualquier acto homófobo en la escuela tendrá el mayor de los castigos”, afirma la directora general de Participación e Innovación, Aurelia Calzada. “Obtendremos investigaciones sobre cuántos de los insultos derivan de la homofobia y esos datos son muy importantes para nosotros”, añade.
Rosa Mena, presidenta del colectivo sevillano DeFrente, ha considerado en declaraciones a dosmanzanas que se trata de un paso importante, pero espera que se acompañe de “programas específicos para trabajar la orientación sexual y la identidad de género en toda la comunidad”. Mena echa además de menos una referencia explícita a la discriminación por identidad de género, que en su opinión debería ser contemplada al mismo nivel que por orientación sexual.