Philippe Saman,fundador de Ahora Dónde-Le Refuge
Tengo 67 años. Nací en Marsella y vivo en Barcelona desde hace 42 años. He sido 40 años director general de la Cámara de Comercio e Industria Francesa en Barcelona, hoy recién jubilado. Casado con Àngel, sin hijos. ¿ Política? Moderación, consensos. ¿ Religión? Católico no practicante
Entre el Barça y el Olympique
Philippe Saman ha tejido durante los últimos cuarenta años una invisible red de relaciones en beneficio nuestro: ha acercado empresas galas a Barcelona, y empresarios barceloneses a Francia. Hombre pulcro, simpático, informado y fiable, posee todo lo necesario para intermediar y crear atmósferas de confianza, contactos fértiles y relaciones duraderas. Lector obsesivo de L’Équipe y fan del fútbol, es muy del Barça aunque más del Olympique de Marsella (para el que ha creado aquí la primera peña). Ahora se jubila al frente de la Cámara de Comercio de Francia en Barcelona (le sucede Christian Marion), y podrá dedicar toda su energía a la meritoria y valiosa asociación Ahora Dónde-Le Refuge (www.ahoradonde.org).
Hay jóvenes homosexuales repudiados por sus padres?
Hay jóvenes homosexuales repudiados por sus padres, sí.
¡Estamos en el 2021!
No son aceptados por ser como son: sucede.
Esto es deplorable.
Despreciados, se largan de casa, y acaban sin hogar, y en las calles, prostituyendose.
¿Hablamos de menores?
A veces, y ahí nosotros sólo podemos mediar con la familia, explicarles, que entiendan...
¿Nosotros? ¿Quiénes son?
La Asociación Ahora Dónde-Le Refuge: acogemos a jóvenes de más de 18 años, les orientamos en busca de trabajo y formación, ofrecemos talleres, abrimos posibilidades...
¿Voluntariamente?
Sí, con donaciones, y con apoyos de Barcelona Activa y del Ajuntament de Barcelona.
Le aplaudo.
Las madres suelen detectar la realidad del hijo o hija, y suele reaccionar mal el padre.
Parece una película antigua.
Persisten machismo y homofobia social entre tíos, parentela, amistades, vecindario...
¿Qué rasgos comunes ve en los jóvenes?
Autoestima herida. Por eso les insistimos en que no han hecho nada malo, ni han pecado, ni son delincuentes: ¡que son buenos!
¡Autoconfianza arriba!
Es lo primero. Y sienten que no están solos.
¿Y a sus padres, qué les dicen?
Les explicamos que... no cambiarán al hijo.
¿De qué tipo de familias se trata?
De todas las clases sociales, y muchas también con formación universitaria.
No imaginaba eso.
Ya, y por eso yo le agradezco que difunda esto: ¡es decisivo visibilizar este problema en medios de comunicación influyentes!
¿Tiene usted una motivación personal?
La suerte que de joven tuve con mi familia. Ellos sí asumieron mi modo de ser.
¿Cómo eran sus padres?
Ella era parisina; él era un comerciante hijo de libanés: me llevaba mucho al fútbol. ¡Por eso soy hincha del Olympique de Marsella!
Pero se fue usted lejos: a Barcelona.
Yo ya había regresado antes muy empoderado de un año largo viviendo en la liberal San Francisco: allí aprendí a ser yo mismo.
¿Y qué le pareció Barcelona?
Llegué en 1979, y viví una libertad personal inusitada: ¡la movida estaba aquí, era fabuloso! Grupos musicales, revistas, locales... Barcelona era Marsella multiplicada por diez.
Y se quedó usted aquí, claro.
Ayudaba en la Cámara de Comercio Francesa y fui elegido director general, con 27 años. Y aquí he trabajado durante cuarenta años, hasta hace poco más de un mes.
¿Haciendo qué?
Conectando a empresas francesas y españolas, para abrir mercados aquí y allí. Organizaba medio centenar de eventos cada año.
Presenciales, imagino. Pero ahora...
Han crecido muchos los encuentros telemáticos, y hemos aprendido mucho todos. ¡Pero lo presencial volverá! Es insustituible.
Habrá tratado usted a mucha gente...
El president Tarradellas me impactó: ¡qué aura de estadista! Jordi Pujol también... hasta julio de 2014, que cayó en el descrédito.
¿Quién manda en esta Cámara?
Las 450 empresas asociadas, que la financian con sus respectivas cuotas. Son grupos empresariales y empresas que, sumadas, implican a miles de personas.
¿Qué le enorgullece del trabajo hecho?
No había mujeres en nuestro consejo de administración cuándo empecé, y en 1984 propicié que entrase la primera mujer, española además. Pero recuerdo otros tres hitos...
El primero.
La entrada de España en el Mercado Común Europeo: ¡qué entusiasmo! Los españoles enterraban el viejo aislacionismo, ¡bien!
Segundo.
¡Los Juegos de Barcelona 92! Sirvieron para enamorarnos de nuestra ciudad, y la pusimos en el mapa. Y por eso Barcelona sigue todavía de moda, pero... ¡cuidado!
¿Qué?
Cuidado... Y eso tiene mucho que ver con el tercero de los hitos: octubre de 2017.
Un mes muy convulso, desde luego.
Cundió el pánico entre empresas, y grandes grupos de los que penden miles de empleos aquí... Me pedían opinión: ¿nos vamos?
Menudo trance para usted.
Convoqué una reunión para el día 19 de octubre: acudieron representantes de 150 empresas... y ahí logré tranquilizarles
.
Pues le doy las gracias, en nombre de la prosperidad de los catalanes.
Un francés queda perplejo al oírme que muchos catalanes desean con el corazón lo que temen con la cartera. No pueden entenderlo.
No me extraña.
Todo negocio pide seguridad jurídica y tranquilidad. Y tamaña convulsión generó una desconfianza que costará lo suyo recoser.
Total, que la marca Barcelona padece.
Está perdiendo la iniciativa y el fuelle, pero todavía hoy la única marca de España que tiene un tirón global se llama... ¡Barcelona!
Fuente: https://www.lavanguardia.com/lacontr...os-padres.html