La historia homosexual tiene una memoria terrible en Occidente a partir del siglo IV, cuando el catolicismo deviene en religión oficial. Salvo excepciones -que revela el historiador de la Universidad de Yale, John Boswel- se trata de una cadena de persecuciones sin tregua. Basta con repasar el libro tan documentado de Rocío Rodríguez, “Sodomía e nquisición, el miedo al castigo” (Ed.Ushuaia, 2014), para hacernos cargo de tan continuada carnicería. A veces, bajo el peso de la tortura y para quitarse de encima a un rival político o para apoderarse de las riquezas de alguien, éste terminaba confesando el "pecado nefando” de sodomía.
Sobre toda esta larga historia de persecución encontrareis en internet los blogs de Leopold Estapé en Google, una fuente interminable de conocimientos y anécdotas.
El primer germen de movilización apareció durante la Revolución Francesa, en 1789. Cientos de varones “sodomitas” (la palabra homosexual no aparece hasta el siglo XIX, de mano de ciencia), se reunieron en una asamblea sin precedentes en los reales jardines de las Tullerías de París. Acordaron tres propuestas que finalmente no llegaron a ningún sitio, pero fundamentaron derechos evidentes. En primer lugar exigieron el fin de la represión policial, disponer de voz y voto en la Asamblea Nacional y trato correcto por parte de la medicina. De aquella reunión bautizada como de las “gritonas”, quedó “el baile de los infames” que de forma intermitente -según el régimen político de turno- , tenía lugar la
víspera del 14 de julio, en los muelles del Sena en París, tal como reveló la revista francesa Gai Pied.
También durante la Revolución Francesa hubo salones donde se reunían gentiles damas...Sin embargo hasta finales del siglo XVIII y el XIX, no existió una conciencia de resistencia, ni de "identidad" homosexual. Realmente una construcción de la ciencia que adjetivó esta conducta como enfermedad, como nos cuenta Alberto Mira en "De Sodoma a Cbueca" (Ed.Egales, Madrid 2004).
La primera generación del movimiento homosexual aparece en Alemania, muy a finales del siglo XIX y tuvo un gran desarrollo e influencia en los países vecinos, hasta los terribles años treinta, en que el nazismo y el estalinismo inician la persecución de la homosexualidad.
Magnus Hirschfeld fundó el Comité Científico y Humanitario que pronto agrupó a miles de personas en todo el país. En 1919 Fue creado el Instituto para el estudio de la sexualidad en Berlín. Este Comité se constituyó básicamente para luchar contra el artículo 175 del Código Penal que castigaba la homosexualidad entre varones. Aquellos años de la
liberal República de Weimar fueron de gran tolerancia, como podemos apreciar en películas como “Cabaret” y ”Víctor o Victoria”. Así que las actividades de esta organización fueron consentidas. Consiguieron evitar la extensión del artículo 175 a las mujeres y como personas se consideraban un “tercer sexo”. Hubo numerosas publicaciones y locales de
fiesta y espectáculos en toda Alemania, como “El Dorado” de Berlín, símbolo de aquellos años.
https://es.wikipedia.org/wiki/Comit%...co_Humanitario
Tras la toma del poder por parte de Hitler y antes de iniciar la deportación de la etnia judía (1938), los homosexuales a partir de 1933 fueron los primeros en ir a las cárceles, campos de concentración y campos de exterminio. El Instituto para el estudio de la sexualidad fue asaltado e incendiado con toda su documentación. “El Dorado” fue clausurado. En la mayoría de casos se inducía a los homosexuales a “rehabilitarse” para dar hijos al Führer, objetivo básico para multiplicar la “raza aria”, pero no funcionó.
Los homosexuales varones iban marcados en sus uniformes carcelarios con un triángulo rosa, eran detestados por el resto de presos, un infierno dentro del infierno. Las lesbianas, asimiladas a las mujeres liberales y contrarias al nazismo, llevaron un triángulo negro.
Nunca sabremos cuantos miles y miles de homosexuales de ambos sexos y transexuales perecieron en los campos de exterminio, la historia no se interesó. Cuando se produjo la victoria aliada, salieron del cautiverio, pero seguían siendo delincuentes así que tuvieron que camuflarse, llevar una doble vida... El libro “Deportado homosexual” narra la muy dura
biografía del alsaciano Pierre Seel, escrito por el mismo y Jean Le Bitoux, Ed.Bellaterra ( Barcelona, 2001).
https://es.wikipedia.org/wiki/Tri%C3%A1ngulo_rosa
En el este de Europa las cosas fueron igual de amargas. Tras la revolución bolchevique de 1917, hubo un breve período de tolerancia con Lenin, pero luego con Stalin en el poder, se decretó la penalización de la homosexualidad en 1934, para todos los territorios de la URSS y países afines. Quienes habían salido a la luz fueron deportados a
Siberia, tampoco nunca sabremos cuantas víctimas perecieron.
https://es.wikipedia.org/wiki/Persec...Sovi%C3%A9tica
SAN FRANCISCO
La segunda generación del movimiento se gestó desde los EEUU a partir de 1945. Los marines expulsados de la armada estadounidense por homosexualidad, llegaban a San Francisco y allí se quedaban. Regresar a sus ciudades o pueblos de origen hubiera sido desastroso.
Así nació una gran comunidad que se concentró en el barrio del Castro y desde allí comenzaron a ganar pequeñas pero significativas batallas que se extendieron a Los Ángeles. Por ejemplo se abrieron locales de encuentro, se ganaron juicios por motivo de “cruising”, consiguió salir la primera revista legal “One”, se fundó el primer grupo de lesbianas,
“Las hijas de Bilitis” y apostaban en su mayoría por el Partido Demócrata.
Esta dinámica creó barrios rosas en Manhatan (NY), Vancouver y Montréal en Canadá...
En Europa -1960- la homosexualidad solamente era legal en Suiza, Bélgica y Suecia. Pero en toda Escandinavia y Holanda fue en aumento la tolerancia. En Francia, hacia los 60's se editaba la revista semi-clandestina Arcadie.
Mención a parte merece México, donde desde 1901 existió siempre un creciente movimiento, con referentes culturales como fue el caso de Frida Kalho.
En el estado español, al margen de un reconocido local bohemio en Barcelona, La Criolla, no hubo ninguna organización y tras la victoria franquista la dictadura persiguió a los homosexuales, especialmente a los varones. El estudio de las condenas judiciales por homosexualidad demuestran que las denuncias provenían básicamente del vecindario y
hasta de la propia familia. Las transexuales fueron las peor tratadas.
Esta segunda generación se caracterizó por su carácter prudente y respetuoso de la legalidad vigente. Se trataba de ser vecin@ ejemplar, pasar desapercibid@ y lllevar una forzosa doble vida. Se adecuaron como pudieron a la conservadora sociedad de los años 40s-60s. Se rumoreaba que en Hollywood había artistas lesbianas, bisexuales y homosexuales, pero luego hemos sabido que hubo más de l@s que se pensó. En la meca del cine funcionó en los años 40 el llamado club de las “costureras”, encuentros solamente de actrices donde pasó de todo, según explica Leopold Estapé.
En 1947 Alfred Kinsey presenta su estudio-encuesta a 17.000 personas que demuestra la diversidad sexo-afectiva de la especie humana, con un continuum de conductas que iban desde la heterosexualidad (60%), bisexualidad (aprox. 30%) y homosexualidad (10%). Hubo una gran reacción en contra, pero los siguientes estudios de unos u otros científicos,
daban siempre con porcentajes parecidos. Desde la Universidad de Yale surgieron informes sobre la homosexualidad-bisexualidad entre animales y sobre la existencia de prácticas homosexuales en la inmensa mayoría de culturas del planeta. Empezaron a cuestionarse normas consideradas universales e indelebles.
1969 STONEWALL Inn / NY
El final de los años 60's alumbraron el nacimiento de una serie de nuevos movimientos sociales sin precedentes. Feministas y la revolución sexual, ecologistas, pacifistas, hippies, anti-racistas...tanto en los EEUU, como el mayo del 68 francés que desbordó a la izquierda clásica. Se cuestionaba el orden establecido. La guerra del Vietnam y las
paradojas que la ciencia puso de manifiesto, fueron el detonante.
La noche del 28 de junio de 1969 la policía realizó una redada en el local de ambiente gay, Stonewall Inn del Village en NY. La reacción de la clientela fue de una inusual resistencia, desembocó en una revuelta cuyos ecos todavía resuenan. Nació la tercera generación del movimiento homosexual.
El Gay Liberation Front estableció las pautas de una apuesta para transformar la sociedad y no tener que someterse o adecuarse a la norma imperante. Aquella primera hornada de activistas se auto-denominó “gay”, (en los EEUU tanto para hombres como mujeres) y denunciaron los tres ejes ideológicos que nos oprimen, todos de origen judeo-cristiano:
sexismo, machismo y heterosexismo. Apostaron por superar la doble moral, promover la visibilidad y el orgullo público de mostrarnos tal como somos, ni pecador@s ni delincuentes, sino acreedor@s de todos los derechos de ciudadanía. Aquella batalla en NY prendió en todo Occidente, y enseguida cada 28 de junio nos manifestamos dando la cara y sin
complejos. Mucho que celebrar, mucho que reclamar.
En 1972 las asociaciones de sexología, psiquiatría y psicología dejaron de considerar enfermedad la homosexualidad y la transexualidad asentó su discurso en los 90's.
En 1978 se fundó la actual International Lesbian & Gay Association (ILGA), que hoy federa a más de 1.300 entidades de todo el planeta.
Luego la comunidad lgtbi tuvo que afrontar la pandemia del vih/sida que conllevó una renovación de las asociaciones, la militancia devino en voluntariado y se crearon servicios de apoyo.
En 1991 Amnistía Internacional consideró a las personas perseguidas por orientación sexual, como pres@s de conciencia y en 1993 la OMS borró la homosexualidad de su lista de enfermedades.
Hemos conseguido la legalidad y despenalización en 130 países, por contra de 75 que aún la condenan (11, con pena de muerte).
ILGA está ya presente en la ONU y el matrimonio igualitario se va extendiendo, así como las leyes anti-discriminación.
En la actualidad afrontamos una deriva autoritaria, un pulso por mantener nuestros derechos, reto que las mujeres han respondido masivamente para afirmarse en su dignidad.
La historia precisa de una perspectiva de varias décadas para asentar sus conclusiones y en eso estamos: luchando para ser tan visibles, como para llegar a ser indiferentes. 2019, a 50 años de la revuelta de Stonewall Inn, fue un gran
aniversario.
Jordi Petit
Coordinador General del FAGC (1980-1986)
Secretario General de la Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya
(1986-1999)
Secretario General de ILGA (1995-1999).