En la actualidad, con la inteligencia y la evidencia por requisito, no caben disyuntivas sobre el sexo de los sentimientos. No existe.
Por ello, son siempre lamentables e inadecuadas determinadas opiniones más próximas al analfabetismo moral que al de una cordura de respeto básico, pese a ser dichas por representantes.
Igualmente ofensivo para otras personas puede ser el observar, que unos señores optan por decidir negociar un empleo de funcionariado religioso a costa de castrar su propia sexualidad. Para mucha gente, una opción bastante insana de vivir, sin embargo, se respeta.
Es muy rocambolesco que, precisamente, una de las líneas de trabajo de este colectivo, sea la de imponer e injerir en la sexualidad ajena con el único fin de perpetuar su status vitalicio. Para alguien con un mínimo de autonomía pensante, es una situación de lo más absurda.
Ese es el “cuerpo operativo” de muchas religiones. En la mayoría, la detracción, la ignorancia y la violencia. Los objetivos de todas ellas, el poder económico. Nada que ver con conceptos de valores humanos pero sí con su flagrante distorsión.
Resulta lícito pensar desde la misma carencia de lógica que ellos mismos nos brindan, que todos los curas son unos pedófilos, los musulmanes unos terroristas, el matrimonio un concordato entre un chulo y una puta, todos los hombres unos violadores y todas las mujeres unas vendidas; los políticos unos corruptos y los empresarios unos ladrones, los trabajadores unos miserables y el pueblo..una masa de ignorancia.
..es bastante irracional pensar así verdad? Pues muchas declaraciones de sus jerarcas causan el mismo efecto de pobreza. Deberíamos exigir con más rigor, responsabilidades a quien, con bastante impunidad, también hace apología a la discriminación y a la violación al derecho universal.
Comentario