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EDUCACIÓN SEXUAL.Iglesia se pronuncia.
Enfoque moral debe incluirse en currículo
Los obispos señalaron que no han tenido contacto alguno con el proyecto, pero que desean colaborar.
José Quintero De León
jquintero@prensa.com La Conferencia Episcopal Panameña expresó su rechazo a cualquier instrumento legal que se dirija a adolescentes y jóvenes basado en supuestos derechos sexuales y reproductivos, so pretexto de prevenir enfermedades y embarazos precoces, pero que desconozca y viole la patria potestad.
El pronunciamiento surge tras la reciente presentación que hizo el ministro de Educación, Miguel Ángel Cañizales, de los manuales pilotos que serán utilizados en los programas de educación sexual y reproductiva que impartirá el sistema educativo.
Según los obispos, el tema es de gran relevancia y necesidad, pero advierten que la educación sexual no puede ser circunscrita a una simple instrucción ni ser confinada a meros cursos curriculares y menos desprovista de criterios y valores religiosos y morales.
Agregan que a la fecha no han tenido un contacto directo con el proyecto, aunque la Iglesia está dispuesta a colaborar a través de su Pastoral Familiar y otros grupos que defienden la vida y la familia.
Hace pocos meses, el tema generó mucha polémica por la forma textual y gráfica en que los manuales del programa ilustraban a los estudiantes. Ello obligó a Cañizales a suspender la prueba.
La Iglesia católica sostiene que los padres de familia deben asumir el protagonismo en esta materia tan esencial. "Hay que respetar -dijeron- tiempos, edades, procesos y situaciones psicológicas".
No obstante, en su mensaje Cañizales reiteró el compromiso de su Ministerio en ofrecer una instrucción tomando en cuenta la madurez sexual y mental de adolescentes y jóvenes, como su grado escolar. Por ello, invitó a toda la sociedad a participar en las consultas.
A su vez, el representante del Fondo de Naciones Unidas para la Población, Pedro Pablo Villanueva, se comprometió a trabajar con Cañizales para inculcar en los jóvenes responsabilidad en su comportamiento sexual y reproductivo.
Enfoque moral debe incluirse en currículo
Los obispos señalaron que no han tenido contacto alguno con el proyecto, pero que desean colaborar.
José Quintero De Leónjquintero@prensa.com La Conferencia Episcopal Panameña expresó su rechazo a cualquier instrumento legal que se dirija a adolescentes y jóvenes basado en supuestos derechos sexuales y reproductivos, so pretexto de prevenir enfermedades y embarazos precoces, pero que desconozca y viole la patria potestad.
El pronunciamiento surge tras la reciente presentación que hizo el ministro de Educación, Miguel Ángel Cañizales, de los manuales pilotos que serán utilizados en los programas de educación sexual y reproductiva que impartirá el sistema educativo.
Según los obispos, el tema es de gran relevancia y necesidad, pero advierten que la educación sexual no puede ser circunscrita a una simple instrucción ni ser confinada a meros cursos curriculares y menos desprovista de criterios y valores religiosos y morales.
Agregan que a la fecha no han tenido un contacto directo con el proyecto, aunque la Iglesia está dispuesta a colaborar a través de su Pastoral Familiar y otros grupos que defienden la vida y la familia.
Hace pocos meses, el tema generó mucha polémica por la forma textual y gráfica en que los manuales del programa ilustraban a los estudiantes. Ello obligó a Cañizales a suspender la prueba.
La Iglesia católica sostiene que los padres de familia deben asumir el protagonismo en esta materia tan esencial. "Hay que respetar -dijeron- tiempos, edades, procesos y situaciones psicológicas".
No obstante, en su mensaje Cañizales reiteró el compromiso de su Ministerio en ofrecer una instrucción tomando en cuenta la madurez sexual y mental de adolescentes y jóvenes, como su grado escolar. Por ello, invitó a toda la sociedad a participar en las consultas.
A su vez, el representante del Fondo de Naciones Unidas para la Población, Pedro Pablo Villanueva, se comprometió a trabajar con Cañizales para inculcar en los jóvenes responsabilidad en su comportamiento sexual y reproductivo.
