¿En Cuba se persigue la homosexualidad? Sociedad miércoles, 19 de septiembre de 2007 José Manzaneda - Coordinador de Cubainformación TV.- Es un tópico recurrente en las campañas contra la Revolución cubana la afirmación de que en Cuba se persigue la homosexualidad. Una construcción mediática repetida tantas veces y durante tantos años que es asumida como verdad indiscutible incluso por sectores progresistas vinculados a la lucha por el derecho a la diversidad sexual en el mundo.
Video relacionado
En la construcción del estereotipo de la supuesta homofobia institucional de la Revolución cubana se emplean varias herramientas de manipulación informativa: la distorsión del contexto histórico, el olvido de la situación en los países vecinos, el silencio sobre los avances de Cuba en materia de tolerancia y las exageraciones de todo tipo.
1. Distorsión del contexto histórico
En los años 60 y 70, Cuba no fue una excepción en el mundo en materia de homofobia. Como en tantos países, también de Europa, mujeres y hombres homosexuales fueron considerados, tanto por la sociedad como por una parte del aparato institucional, como sujetos con necesidad de reorientación. En 1965 se crearon en Cuba las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción, campamentos de trabajo agrícola en régimen militar donde homosexuales y otros colectivos sociales realizaban tareas sustitutorias del servicio militar. Un poco más tarde, en los primeros años 70, se vivió en el campo de la cultura cubana el llamado “quinquenio gris”, período de marcada influencia soviética en el que la política cultural oficial aceptó el “realismo socialista” como marco de referencia creativa, e intelectuales y artistas homosexuales fueron apartados de la vida cultural pública.
Las Unidades Militares de Ayuda a la Producción desaparecieron para el año 1967, es decir, 2 años después de su creación. Y el llamado “quinquenio gris” fue una etapa histórica que hoy es objeto de estudio y de debate entre la intelectualidad cubana actual que ha decidido no repetir errores del pasado. Sin embargo, 40 años después, ambos siguen elemento de ataque reiterado en las campañas contra la Revolución cubana.
2. Olvido del contexto geográfico
La homofobia tiene, en parte, explicación en la herencia machista de la colonia española. El rechazo hacia la diversidad sexual se da en todo el mundo, y la intensidad con que es vivido en Cuba no es mayor, por ejemplo, que en el conjunto de América Latina. Las campañas que durante años y aún en la actualidad presentan a Cuba como uno de los países más marcadamente homófobos sólo reproducen un mentira creada y reproducida por importantes grupos de poder y medios de comunicación, con la ayuda irresponsable de algunos colectivos progresistas.
Hay que recalcar que en Cuba no existe ley alguna que penalice la homosexualidad, al contrario que en países del entorno, como Nicaragua, Jamaica y algunas zonas de Estados Unidos.
3. Silencio sobre los avances en la sociedad cubana
En las últimas décadas, la sociedad cubana ha dado pasos claros a favor de la tolerancia a las distintas formas de relación y expresión sexual. Estos cambios han sido reflejados de una manera transparente por el cine y la literatura realizados en la Isla que, contra todos los tópicos construidos por los grandes medios, tienen un carácter abiertamente social y crítico, en contraste con la literatura y el cine comerciales impuestos en el mercado mundial. En 1993, la película “Fresa y Chocolate” puso en primer plano el debate sobre la intolerancia y la homofobia en la sociedad cubana. Posteriormente han sido muchas las obras literarias, teatrales y cinematográficas que han abordado el tema de una manera abierta en Cuba.
Actualmente, es de resaltar la labor de instituciones como el Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, que organiza talleres y campañas públicas por la tolerancia y en favor de gays, lesbianas y transexuales. Y las iniciativas dentro de la Asamblea Nacional de Cuba, donde se preparan diversas leyes en favor de los derechos de las parejas del mismo sexo, así como de las personas transexuales.
Actualmente existe en el país una política oficial de respeto, tolerancia y apertura. Y gays, lesbianas y travestis han ganado respeto social y espacios propios en la sociedad cubana. Pero es obligado subrayar que aún perviven –al igual que en toda América Latina- profundos prejuicios machistas y homófobos. Afirmar que la homofobia social, cultural e institucional han sido completamente desterradas sería faltar a la veradad, tanto en Cuba, como en el resto del mundo.