Un estudio de la Universidad de Surrey (Reino Unido) muestra la discriminación inconsciente de las personas según su forma de hablar
Los resultados del último estudio de la Universidad de Surrey (Reino Unido) para la revista oficial de la Academia Internacional de Investigación Sexual han dejado al descubierto una triste realidad: a pesar de que la denuncia gana enteros ante la aceptación de la discriminación en la sociedad, inconscientemente seguimos marginando a quienes son diferentes basándonos en los estereotipos marcados por la imagen social.
En este caso, el motivo de discriminación ni siquiera es visible a la vista. El experimento, absolutamente práctico: 300 personas seleccionadas aleatoriamente y ajenas al proyecto debían evaluar y clasificar del uno al cinco a varios candidatos para un puesto directivo en una empresa atendiendo, simplemente, a audios de voz y a imágenes de los aspirantes, desprovistas de características que pudiesen desvelar su orientación sexual. Entre los solicitantes había tanto personas heterosexuales como homosexuales, pero los evaluadores no tenían ni idea de qué era lo que valoraban.
Las evaluaciones revelaban dos datos curiosos de discriminación por parte del grupo. Para el jurado, ciertos rasgos en la voz de los hombres y mujeres homosexuales aparecían como menos adecuados para el puesto de liderazgo. También, las personas homosexuales recibirían un salario inferior al de sus compañeros heterosexuales, según la clasificación que creó el grupo de estudio.
"El mero sonido de la voz es suficiente para desencadenar los estereotipos de gays y lesbianas", explica el doctor Fabio Fasoli, director de la investigación de la Universidad de Surrey en un comunicado emitido por el propio centro. "Es revelador que, a pesar de todo el trabajo para disminuir la discriminación contra la comunidad LGTB, la gente, insconscientemente, juzgó por su voz a un individuo antes de conocerlo. Este estudio pone de relieve una forma de pensar que puede suponer un problema real en el lugar de trabajo y para las perspectivas de carrera de las personas".
Los candidatos gays, peor evaluados por mostrar rasgos más femeninos
En otro estudio, también se hacía escuchar a los participantes las voces de dos personas diferentes, que pronunciaban una frase sencilla y de contenido neutral, con el objetivo de evaluar ciertos rasgos de la personalidad y de los gustos de los hablantes. Los intereses que mostraba cada sujeto se manipulaban para encajar en patrones típicamente masculinos, como la afición al fútbol, o típicamente femeninos, como la afición a la danza. Los participantes debían elegir a alguien con quien quedar en un contexto informal.
De nuevo, quedó patente una preferencia por los roles más clásicos. El estudio determinó que se juzgaba a los candidatos masculinos según criterios típicamente masculinos, como una voz grave y seria. Por su parte, la calificación de las mujeres atendía a características universalmente aceptadas como femeninas. Los candidatos gays recibían peor nota porque sus rasgos eran más femeninos, y las candidatas lesbianas por mostrar rasgos más masculinos.
Cuando se preguntó a los participantes con cuál de los evaluados quedarían, los investigadores encontraron que los participantes varones eran más propensos a evitar a los candidatos gays. "Este estudio muestra niveles inaceptables de discriminación en nuestra sociedad, ya sean conscientes o inconscientes", sentencia el doctor Fasoli, que subraya: "Tenemos que hacer más para enfrentarnos a la discriminación que sufre la comunidad LGTB".
Fuente: http://www.elmundo.es/f5/comparte/20...2148b45a1.html