del mismo sexo en diversos países, incluso la Rusia.
"Espero que, cuando empezar a mirar las parejas gays y lesbianas se
casaren en el consulado británico, en Moscú, las personas comiencen
a celebrar a contrapelo de denegrir y perseguir", ha defendido Chris
Bryant, ex-ministro de las Relaciones Exteriores.
Como ya era previsible, ni todos los rusos han apreciado la noticia.
El diputado Vitaly Milonov por ejemplo, ha demostrado descontentamiento
con la autorización de casamiento. "Los consulados británicos pueden hacer
lo que quisieren. Que casen macacos o registren pervertidos, yo no hago caso",
dijo Milonov al periódico The Moscow Times.