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CUESTIÓN DE SALUD
Perdido entre multitud de emails, el otro día recibí una de esas presentaciones con bellas imágenes y profundos mensajes. que habitualmente apenas leo, pero que en esta ocasión no sólo me mantuvo la atención hasta el final, sino que incluso me animó a hablar en ella en esta cita mensual que tengo con vosotros. Sentí que era importante hablar del mensaje que transmite: aprender a vivir individualmente, entendiendo la soledad como un proceso de maduración personal que ayuda que el encuentro con el otro no sea desde la necesidad y la dependencia, sino desde el deseo y el crecimiento conjunto. Y hablaba de como en el siglo XIX las relaciones afectivas estaban enmarcadas por el romanticismo. Y se basaban en la idea de la necesidad de otra persona por completo y en la concepción de la soledad como estado incompleto para la persona: De que somos una parte y necesitamos a la otra parte para alcanzar un estado de plenitud mediante la unión al otro, mediante el encuentro con un opuesto que nos complete.
Hoy en día nuestra sociedad y costumbres han cambiado de manera muy rápida y los avances científicos y tecnológicos nos aportan un estilo de vida muy distinto a cómo vivían nuestros padres y abuelos, ellos jamás hubieran podido ser tan independientes como lo somos nosotros. Se lo debemos principalmente a la ayuda de un sinfín de "avances" como los electrodomésticos, los medios de transporte y de comunicación y medicina.
Esta sociedad que en ocasiones sentimos fría y deshumanizada, también nos está enseñando a vivir más individualmente, a perder el miedo a la soledad y a encontrarnos de cara a cara con nosotros mismos. Y desde esta actitud, también aprendemos a sentirnos plenos con lo que somos sin necesidad de pareja que nos complete y nos dé sentido: ya lo tenemos por nosotros mismos. Estamos cambiando el amor por asociación y dependencia al amor por deseo. Estar con la pareja por necesidad, responsabilizando al otro de nuestro bienestar genera cargas y presiones que a medio o largo plazo pesan demasiado. En las relaciones de pareja actuales ha cambiando un concepto profundo e importante no son "para siempre" como ocurría en épocas anteriores, sino que durará mientras exista la individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos.
Saber estar solo y valorarse a uno mismo previamente es un buen equipaje para posteriormente estar con alguien desde el deseo y el respeto. Y este es el reto actual, aprender a aceptarnos y querernos como requisito para aceptar y querer al otro de una manera sana y gratificante.
Fuente: Nois, nº145, año 2009 www.revistanois.com
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CLAVES SOBRE LA SOLEDAD
POR RAFAEL RUIZ, PSICÓLOGO 
Perdido entre multitud de emails, el otro día recibí una de esas presentaciones con bellas imágenes y profundos mensajes. que habitualmente apenas leo, pero que en esta ocasión no sólo me mantuvo la atención hasta el final, sino que incluso me animó a hablar en ella en esta cita mensual que tengo con vosotros. Sentí que era importante hablar del mensaje que transmite: aprender a vivir individualmente, entendiendo la soledad como un proceso de maduración personal que ayuda que el encuentro con el otro no sea desde la necesidad y la dependencia, sino desde el deseo y el crecimiento conjunto. Y hablaba de como en el siglo XIX las relaciones afectivas estaban enmarcadas por el romanticismo. Y se basaban en la idea de la necesidad de otra persona por completo y en la concepción de la soledad como estado incompleto para la persona: De que somos una parte y necesitamos a la otra parte para alcanzar un estado de plenitud mediante la unión al otro, mediante el encuentro con un opuesto que nos complete.
Hoy en día nuestra sociedad y costumbres han cambiado de manera muy rápida y los avances científicos y tecnológicos nos aportan un estilo de vida muy distinto a cómo vivían nuestros padres y abuelos, ellos jamás hubieran podido ser tan independientes como lo somos nosotros. Se lo debemos principalmente a la ayuda de un sinfín de "avances" como los electrodomésticos, los medios de transporte y de comunicación y medicina.
Esta sociedad que en ocasiones sentimos fría y deshumanizada, también nos está enseñando a vivir más individualmente, a perder el miedo a la soledad y a encontrarnos de cara a cara con nosotros mismos. Y desde esta actitud, también aprendemos a sentirnos plenos con lo que somos sin necesidad de pareja que nos complete y nos dé sentido: ya lo tenemos por nosotros mismos. Estamos cambiando el amor por asociación y dependencia al amor por deseo. Estar con la pareja por necesidad, responsabilizando al otro de nuestro bienestar genera cargas y presiones que a medio o largo plazo pesan demasiado. En las relaciones de pareja actuales ha cambiando un concepto profundo e importante no son "para siempre" como ocurría en épocas anteriores, sino que durará mientras exista la individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos.
Saber estar solo y valorarse a uno mismo previamente es un buen equipaje para posteriormente estar con alguien desde el deseo y el respeto. Y este es el reto actual, aprender a aceptarnos y querernos como requisito para aceptar y querer al otro de una manera sana y gratificante.
Fuente: Nois, nº145, año 2009 www.revistanois.com
