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COGAM presentó el 14 de abril el informe LGTBIfobia en las aulas 2021-2022, un estudio con más de 6.000 alumnos madrileños sobre la visibilidad y el respeto al colectivo en los centros educativos.
El colegio es, por encima de cualquier otro sitio, el lugar en el que los menores aprenden, se desarrollan y se definen a sí mismos. Los centros educativos deberían ser lugares seguros y diversos, en los que construir una generación más tolerante.
Sin embargo, el informe LGTBIfobia en las aulas 2021-2022 realizado por COGAM (Colectivo LGTB de Madrid) ofrece unos datos desalentadores.
Lo más preocupante es el aumento de los prejuicios. De los 6.256 alumnos de secundaria, bachillerato y formación profesional encuestados, un 35% se identifica como prejuicioso con el colectivo LGTBIQ+.
Los datos describen un incremento de la LGTBIfobia respecto a 2019, cuando solo un 14,7% se ubicaba en este grupo. Además, el número de alumnos “nada prejuiciosos” ha caído de forma considerable, de un 48% en 2019 a un 29% en 2022.
Los datos revelan que las aulas aún no son espacios seguros para las personas LGTBI. Es por esto que un 21% de los estudiantes opina que, de serlo, no saldrían del armario con sus compañeros. “Deben de percibir un ambiente poco seguro en el aula o que, aunque este no sea un espacio hostil, su visibilidad puede tener consecuencias negativas en el trato con otras personas del centro o sus familias”, afirman las autoras del estudio.
A pesar de los prejuicios, el alumnado LGTBI es cada vez más visible. Cuando se les pregunta por su orientación sexual, hasta un 25,9% de los estudiantes no se declara heterosexual, un aumento considerable respecto al 17% que recogía el informe de 2019.
El grupo más visible lo comprenden los bisexuales, que representan un 12,2% de todos los alumnos. Un 3,9% se declara homosexual, y un 9,8% no ha querido etiquetarse.
“Un factor que influye en esta evolución de los datos no es tanto que haya más chicos y chicas que no se identifican con la heterosexualidad, sino que hay más que se atreven a aceptarse y manifestarse como disidentes de ese modelo” explica Sara Guilló, técnica de Educación en COGAM.
El aumento porcentual es aún mayor en el caso de las personas trans. Un 2,78% de los adolescentes encuestados se define como trans, frente al 0,2% que revelaba el estudio de hace tres años. Desde COGAM opinan que “el intenso debate público de la Ley trans ha dado visibilidad al proceso, lo que ha servido para que muchas alumnas y alumnos se plantearan su auténtica identidad“.
Como muestra el informe, la discriminación tiene un evidente sesgo de género. Los chicos cisheterosexuales son los más prejuiciosos: el 50,7% no se muestra respetuoso con la diversidad, y un 33,4% está de acuerdo con la afirmación “está bien ser gay, lesbiana o bisexual, pero que no se le note”. Por su parte, el 27% de las chicas cisheterosexuales muestran prejuicios hacia las personas LGTB, y solo un 15% coincide con la afirmación anterior.
El aumento de la visibilidad viene a menudo acompañado de un incremento de las agresiones. El 7% de los estudiantes LGB afirma haber recibido insultos o burlas por su orientación e identidad, un porcentaje que aumenta hasta el 17% en las personas trans. Respecto a las agresiones físicas, el 3% reconoce haberlas visto, y el 0,6% las ha sufrido. Solo el 0,45% confiesa haber cometido alguna agresión.
Además, la nueva era digital ha traído consigo nuevas formas de discriminación. El 3% de los alumnos LGTB ha sufrido agresiones online. Las personas trans son quienes más lo padecen, y un 14% ha sido víctima de ataques de este tipo. Para estos datos hay que tener en cuenta, además, que muchos estudiantes que sufren acoso escolar prefieren no decirlo.
Durante la presentación del Informe en el Ministerio de Igualdad, Irene Montero quiso apelar al trabajo en contra de este tipo de violencia: “Tenemos la obligación de no tolerar el blanqueamiento y la difusión masiva de discursos LGTBIfóbicos y tránsfobos, y el objetivo de asegurar que la escuela es un espacio seguro y libre de violencias para todas las personas”.
En las redes sociales, el informe del COGAM ha causado una gran preocupación entre los usuarios. Destacan datos como el hecho de que un 60% de los chicos cisheterosexuales rechace tener una pareja bisexual.
Sin duda, aún hay mucha LGTBIfobia por erradicar en los centros educativos. Desde COGAM reivindican la importancia de crear planes educativos que permitan formar a los alumnos en igualdad y educación sexual.
Entre las recomendaciones dadas por la ONG madrileña se encuentra la implantación de un protocolo de actuación contra las agresiones por parte de los centro educativos, la formación del profesorado y el desarrollo real de la ley de protección contra la LGTBfobia. Asimismo, COGAM ofrece programas de sensibilización y acompañamiento para el alumnado, profesorado y familias.
Fuente: https://shangay.com/2023/04/19/lgtbifobia-bullying-escolar-informe-cogam/
