De vuelta a casa tras pasar la noche de fiesta después de salir de trabajar, un grupo de tres personas es víctima de un violento ataque homofóbico sin provocación previa por el que tienen que ser atendidos en el hospital. La policía busca a los agresores investigando el caso como un crimen de odio.Por Luis M. Álvarez
Blackpool es una localidad costera del noroeste de Inglaterra, en la que tras pasar un noche de fiesta, Joe Clarke, de 22 años de edad, junto con sus amigos, Summer Tarrant y David Westworth, de 20 y 24, están de vuelta a casa cuando son brutalmente atacados alrededor de las 5:30 de la madrigada del domingo, 18 de febrero, en lo que la policía investiga como una agresión de carácter homofóbico. Con lesiones faciales y una cuenca ocular dañada, Clarke es atendido en Blackpool Victoria Hospital, donde sus amigos son quienes le explican cómo tras el primer puñetazo que recibe en la cara, queda inconsciente y le siguen golpeando en la cabeza cuando está en el suelo.
«Todos habíamos salido y habíamos pasado una gran noche en la ciudad. Estábamos caminando hacia la casa de Joe cuando estos hombres comenzaron a gritarnos abusos homofóbicos. Caminaban hacia nosotros y traté de hablar con ellos y me golpearon en la boca y puñetazos en la cara», explica Westworth, quien tras caer al suelo continúan golpeando en las costillas. «Estaba tirado en el suelo, arrollado en una bola tratando de proteger mi cabeza y mi rostro con mis brazos. Fue horrible. Cuando me las arreglé para incorporarme pude ver a Joe inconsciente, con la sangre goteándole por la cara», explica el joven, quien afirma se lo pensará dos veces antes de acudir a algún establecimiento fuera de la escena gay de Blackpool.
Summer Tarrant también fue golpeada en la cara, quedando en estado de shock en el suelo viendo cómo se ensañaban con la cabeza de su amigo inconsciente. Las secuelas psicológicas también han hecho mella en ella, asegurando que ahora tiene miedo de salir a la calle. «Se cree que los delincuentes son hombres de mayores de 25 años de edad», declara la policía, quienes acuden una vez son alertados de que había tenido lugar una agresión, que consideran aislada y que se ha producido sin que hubiera ninguna provocación previa.
«Salimos de noche después del trabajo. Estaba cerca de casa cuando un hombre nos gritó insultos homofóbicos», declara el propio Clark, natural de Blackpool, explicando que «un hombre me dio un puñetazo en el lateral de la cara y luego me caí al suelo inconsciente. Mis amigos me dijeron que luego me patearon la cabeza. Ha sido realmente doloroso. Simplemente no quiero ir a ningún sitio cerca de donde sucedió (…). Nunca antes me había pasado algo como esto. Me hace sentir tan inseguro». El joven tenía planeado mudarse a Macnchester, pero se plantea ahora hacerlo incluso antes debido a la inseguridad que el ataque le ha provocado. «Solo quiero saber por qué lo hicieron? Nunca antes me había pasado algo así».
«Es muy decepcionante porque a Blackpool se la conoce como una ciudad amiga de los homosexuales», declara Nina Parker, pastor de Liberty Church Blackpool y defensora activa de la comunidad LGBT. «La gente ve el abuso verbal como algo que casi se acepta, lo que es espantoso. Nadie debería tener que aguantar el abuso verbal solo por lo que son», afirma, asegurando que muchas personas todavía tienen dificultades para denunciar las agresiones, animando a quienes hayan sufrido este tipo de agresiones a que lo hagan, incluso en su iglesia si no se atreven a acudir a la policía. «Si le sucedió a usted, esa persona podría hacérselo a otra persona», advierte mientras alaba la manera en la que la policía ha venido tratando los incidentes causados por homofobia.
Fuente: https://noticias.universogay.com/tre..._23022018.html