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Hasta cuándo vamos a permitir que esto ocurra? ¿Qué más tiene que pasar para que las autoridades y los responsables políticos se pongan manos a la obra para erradicar la homofobia de la sociedad? No hay día que no nos despertemos con un nuevo ataque homófobo, sea por la calle, sea en las redes sociales -donde la mayoría salen impunes-, a alguien conocido o a una persona anónima. La violencia lgtbfóbica está muy presente en la sociedad y debemos mostrar nuestra absoluta repulsa. No podemos tolerar que existen comportamientos como el que se ha encontrado el reportero Torito.
torito-television.jpg
Algo tan común, tan habitual como pasear acompañado por tu pareja por el centro de una ciudad puede terminar en una auténtica pesadilla. Insultos, menosprecios y, en el peor de los casos, ataques físicos. Las cifras son alarmantes, aunque parece que no lo suficiente para que los responsables institucionales decidan atajar el problema. Por suerte -qué expresión tan poco adecuada para estas circunstancias-, Torito no ha tenido que lamentar daños físicos. Por suerte.
“Me parece intolerable”, denunciaba el reportero a través de sus redes sociales. “Pasear por Chueca con mi marido y mi hijo y escuchar a este trabajador como nos llama maricones”. Así, tal cual, como si fuese lo más normal del mundo que te insultasen por la calle. Rápidamente, el reportero ha recibido el apoyo de centenares de usuarios, muchos sintiéndose identificados con lo que estaba pasando. Porque esto, desgraciadamente, es el pan nuestro de cada día.
No todo el mundo tiene la repercusión mediática que posee Torito. No todo el mundo puede denunciar públicamente este tipo de comportamientos y conseguir que se le haga caso. Por eso es de agradecer que voces populares se atreven a hacerlo. Desde aquí le mandamos todo nuestro ánimo, tanto para él como para su familia, y todo nuestro cariño. ¡Fuerza!
Fuente: lecturas.com
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Algo tan común, tan habitual como pasear acompañado por tu pareja por el centro de una ciudad puede terminar en una auténtica pesadilla. Insultos, menosprecios y, en el peor de los casos, ataques físicos. Las cifras son alarmantes, aunque parece que no lo suficiente para que los responsables institucionales decidan atajar el problema. Por suerte -qué expresión tan poco adecuada para estas circunstancias-, Torito no ha tenido que lamentar daños físicos. Por suerte.
“Me parece intolerable”, denunciaba el reportero a través de sus redes sociales. “Pasear por Chueca con mi marido y mi hijo y escuchar a este trabajador como nos llama maricones”. Así, tal cual, como si fuese lo más normal del mundo que te insultasen por la calle. Rápidamente, el reportero ha recibido el apoyo de centenares de usuarios, muchos sintiéndose identificados con lo que estaba pasando. Porque esto, desgraciadamente, es el pan nuestro de cada día.
No todo el mundo tiene la repercusión mediática que posee Torito. No todo el mundo puede denunciar públicamente este tipo de comportamientos y conseguir que se le haga caso. Por eso es de agradecer que voces populares se atreven a hacerlo. Desde aquí le mandamos todo nuestro ánimo, tanto para él como para su familia, y todo nuestro cariño. ¡Fuerza!
Fuente: lecturas.com
