En el año 1973 la APA (Asociación Americana de Psiquiatría) eliminó la homosexualidad como trastorno mental. Posteriormente, en 1990, la OMS (Organización Mundial de la Salud) también la excluyó como enfermedad. Estas decisiones fueron tomadas con una base científica.
Por lo tanto, es surrealista que en el año 2017 no haya ninguna ley en España que prohíba las terapias de conversión. Estas prácticas consisten en ofrecer tratamiento psicológico, incluso con medicación, para cambiar la orientación sexual o el género de una persona. Para algunas personas la comunidad LGBTI está formada por enfermos y, como cualquier enfermedad, se puede curar.
En el mes de febrero el Consejo General de la Psicología de España emitió un comunicado rechazando estos tratamientos. Recordaron que esta decisión se sustenta en más de 83 estudios acerca del cambio de orientación sexual. Los resultados son unánimes: no hay ninguna evidencia científica de que una persona homosexual pueda dejar de serlo. Más bien sucede todo lo contrario, ya que personas que han sufrido este tipo de falsas terapias han derivado problemas de ansiedad, depresión e incluso el suicidio.
Nuestro país ha dado grandes pasos legalizando el matrimonio homosexual y permitiendo adoptar. Pero debemos dar un paso más y proteger a los miembros del colectivo, asegurando que nadie pueda someterlos a falsos exámenes psicológicos con la finalidad de cambiar su orientación sexual o género.
Malta se ha convertido en el primer país de la Unión Europea en prohibir este tipo de terapias. Sin embargo en España nadie se anima a dar el paso. Tal vez nuestros políticos no tengan la valentía suficiente para defender al colectivo LGBTI.
Desde estas líneas hago un llamamiento a nuestros representantes políticos y a toda la sociedad en general. ¡Basta ya! Prohibamos las terapias de conversión en nuestro país y juzguemos a los que practican este tipo de terapias.
Fuente: http://www.cascaraamarga.es/opinion/...onversion.html