Prohibidas las comunidades homosexuales en 'World of warcraft'
EL PAÍS - 23-02-2006
Ni sexo, ni política, ni religión. Blizzard, la compañía propietaria de World of warcraft, el juego masivo en red de más éxito actualmente, ha vetado la creación de gremios virtuales de usuarios basados en cualquiera de estos tres pilares alegando que "los aspectos relacionados con temas sensibles del mundo real, como la religión, la sexualidad o la política, tienden a provocar relaciones entre jugadores que acaban en acoso".
La decisión de Blizzard ha saltado del universo virtual al mundo real al prohibir la iniciativa de Sara Andrews, una jugadora de World of warcraft que pretendía crear un gremio exclusivo para homosexuales y bisexuales.
Blizzard basa su decisión en un incumplimiento del contrato de uso del título por parte de Andrews, en concreto en el apartado dedicado al tratamiento de la orientación sexual. La compañía alega que "aunque el lenguaje en sí mismo puede que no sea ofensivo, sí puede incitar determinadas respuestas en otros jugadores que permitirán discusiones que no consideramos adecuadas en nuestro juego".
Organizaciones para la defensa de los gays y lesbianas disienten de esta política, que consideran discriminatoria. Una de ellas, Stonewall, afirma que iniciativas como la de Andrews deberían ser bienvenidas y no prohibidas.
En declaraciones a Games Industry, Jonathan Finney, portavoz de la organización, anima a Blizzard a que "revise su política, para que se aplique donde debe aplicarse en realidad" y no en actos inofensivos como el de Andrews.
Blizzard comentó inicialmente que "mucha gente se siente insultada por la palabra homosexual o cualquier otra sobre la orientación sexual", para justificar su decisión, y añadió que la creación de un gremio de estas características es en sí misma una discriminación de los usuarios según su orientación sexual. Andrews se defiende alegando que el gremio no hubiese excluido a nadie y que admitiría a cualquier persona independientemente de sus preferencias sexuales.
De momento Blizzard no ha cambiado su postura y sigue prohibiendo este tipo de asociaciones en una comunidad que ya supera el millón de usuarios sólo en Europa.
El juego tiene cinco millones de aficionados, que deben pagar 15 dólares al mes para participar en las batallas multitudinarias a través de Internet.