El festival barcelonés orientado al público LGTBI espera atraer a 72.000 asistentes
Barcelona se ha ido acostumbrando a ser la capital gay del verano durante las dos primeras semanas de cada agosto. La ciudad acoge por esos días al Circuit, uno de los principales festivales de ocio del mundo orientado específicamente para gays y lesbianas. La fórmula ha funcionado tanto que la próxima será la novena edición y la organización espera que vengan unos 72.000 asistentes. Este año, además de las 23 fiestas programadas, hay una serie de charlas y encuentros culturales que tendrán como plato fuerte un diálogo sobre religión y homosexualidad en el que participará Krysztof Charamsa, el prelado polaco expulsado del Vaticano por salir del armario antes del Sínodo de la familia del año pasado.
“Homosexualidad y religiones: perspectiva y diálogo” es el nombre de la charla en la que participará Charamsa junto a representantes de la comunidad cristiana y musulmana. El acto se desarrollará el jueves 4 de agosto, a las seis de la tarde, en la sala de actos del centro cultural Arts Santa Mónica, en la Rambla. Este será el escenario de toda la programación de conferencias, donde también se hablará de bullying, prostitución masculina, tratamientos de profilaxis preventiva del VIH (PreP) y talleres psicoemocionales para gays. El Cinema Texas albergará un ciclo de cinco filmes de temática LGBTI y la cadena de gimnasios Dir actividades de entrenamiento físico.
Charamsa se ha convertido en una de las voces más críticas al catolicismo por su posición sobre la homosexualidad. Durante 17 de sus 44 años de vida vivió en Roma y en 2003 fue designado oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la antigua Inquisición, y que se encarga precisamente de defender la doctrina de la Iglesia. Allí coincidió con Joseph Ratzinger, Benedicto XVI. “En la Biblia hay espacio intelectual y teológico para entender la orientación sexual”, defiende el teólogo que ve en las minorías sexuales un “nuevo apostolado” para la iglesia.
Desde hace varios años el festival, organizado por Matinee Group, intenta realizar actividades diurnas y de corte más cultural que complementen su principal reclamo, las fiestas de noche y, en los últimos años, las pool parties, con mini bañadores e hinchables a bordo. Sectores conservadores como el hotelero, que en un principio ignoraron al Circuit, han terminado por aceptar que es un evento que les eleva la ocupación en semanas tradicionalmente difíciles. Muchos lucen incluso la bandera arcoíris sin ningún tapujo.
La organización ha calculado el impacto económico de 100 millones de euros en Barcelona, pues creen que el gasto medio por persona y día es de unos 250 euros si se tiene en cuenta alojamiento, alimentación, ocio y compras diversas. El 80% de los participantes son turistas. Solo el abono para todas las fiestas cuesta 400 euros y los altos precios de las bebidas suelen ser la queja de los asistentes barceloneses respecto al evento.
El pistoletazo de salida del Circuit lo dará el 2 de agosto con una fiesta en la sala Bloc, en plaza Urquinaona. El momento álgido será el día 9, en la Water Park de la Isla Fantasía, tal vez su postal más famosa. En el cartel de dj para los 12 días de fiesta están Offer Nissim, Alain Jackinsky, Isaac Escalante y Pagano, entre otros. Fuentes de la organización aseguran que esta versión será “conservadora”, dentro de lo que cabe, de cara a mantener las energías para la décima edición. La fiesta acaba en Barcelona el 14 de agosto pero se retoma en Ibiza el día 18, donde se desarrollará la segunda edición del Circuit balear.
Fuente: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/07/22/catalunya/1469214240_823541.html