En lo que algunos consideran como una resolución histórica para la comunidad japonesa de lesbianas,
gays, bisexuales y transexuales (LGBT), el gobierno local del distrito de Shibuya de Tokio presentó
en febrero planes para conceder a las parejas del mismo sexo un certificado que reconozca su
relación como “equivalente al matrimonio”.
Propuesta histórica en Shibuya
El borrador del decreto, que ahora se encuentra a la espera de ser aprobado por la Asamblea Municipal
del Distrito de Shibuya, que debe reunirse en marzo, fue develado el 12 de febrero como parte de los presupuestos del distrito para el año fiscal 2015.
Si acaba ratificándose, la nueva ley entrará en vigor el 1 de abril, y la expedición de los certificados
podría producirse más tarde durante este mismo año.
El vecino distrito de Setagaya está también considerando llevar a cabo acciones similares, y eso
hace a los partidarios del colectivo de LGBT tener esperanzas de que esto represente un primer paso
vital hacia la igualdad con el matrimonio, aunque en el caso de Shibuya los documentos propuestos,
titulados provisionalmente como pātonāshippu shōmei (certificados de unión), no serán legalmente
vinculantes, y desde la administración se ha remarcado que constituyen un “sistema completamente distinto” del matrimonio.
Sin embargo, menos de una semana después del anuncio de Shibuya, el conservador primer ministro
Abe Shinzō pareció enfriar cualquier idea de que tales reformas fueran a aplicarse en un futuro inmediato. En respuesta a interpelaciones que se le formularon el 18 de febrero en la Cámara de Representantes, Abe recalcó que la cuestión del reconocimiento legal para parejas del mismo
sexo no estaba incluida “en la vigente Constitución”.
Aunque el primer ministro ha demostrado no tener miedo a hacer llamamientos para realizar reformas constitucionales, añadió que “la cuestión de reformar o no la constitución para permitir el
matrimonio de personas del mismo sexo comporta implicaciones básicas que afectan al lugar
de la familia en nuestra sociedad, y por ello requieren ser estudiadas con extrema precaución”.
No obstante, se espera que las autoridades de Shibuya exhorten a los residentes y empresas
locales a ofrecer a las parejas del mismo sexo el mismo trato que ofrecerían a una pareja
heterosexual, y al venir esta propuesta de un distrito tan importante, es probable que esta acción
proyecte mayor atención a las cuestiones que afectan al colectivo de LGBT.
Asimismo, se espera que esta documentación resultará útil para las parejas del mismo sexo que
hasta ahora se hayan sentido discriminadas a la hora de buscar apartamento, adoptar o incluso
cuando hayan querido visitar a su pareja enferma en el hospital, o recibir un trato justo en caso de fallecimiento de su compañero o compañera.
Falta de comprensión
Aunque los prejuicios públicos contra las minorías sexuales son comparativamente raros en Japón,
existe una falta de legislación oficial destinada a frenar la discriminación que puedan sufrir estas personas en el mundo laboral, la educación, la atención médica y las operaciones bancarias.
Y la cobertura de cuestiones que afectan al colectivo de LGBT en los medios informativos sigue siendo escasa.Aunque existen muchas celebridades que ha admitido su homosexualidad abiertamente,
suelen ser personajes llamativos y vistosos, con una representación especialmente marcada entre la
comunidad transexual, y la cultura gay convencional queda fuera del foco de atención y en gran parte incomprendida.
Teniendo esto presente, estas nuevas propuestas representan un paso en la dirección correcta, y al
alcalde del distrito de Shibuya, Kuwahara Toshitake, se le atribuyen declaraciones en las que afirma
que el objetivo es “la creación de una sociedad diversa en la que las diferencias sean aceptadas”.
Esto es una continuación de una iniciativa de 2013 del distrito de Yodogawa en Osaka para fomentar la concienciación sobre cuestiones del colectivo gay, mediante medidas como la educación en la
diversidad y un diálogo regular con la comunidad de LGBT local.
Figuras públicas
La primera dama Abe Akie ha realizado también gestos de apoyo a la población homosexual japonesa. Apareció en el desfile Arco Iris de Tokio en abril de 2014 y más tarde reflejó en su cuenta de Facebook personal su deseo de “ayudar a construir una sociedad en la que todo el mundo pueda disfrutar de una vida feliz y plena sin tener que hacer frente a discriminaciones”.
La esposa del primer ministro, que en el pasado había sido disc jokey, ha mostrado también su apoyo
a las actividades de una comisión conjunta creada por el UNAIDS (el Programa Conjunto de las
Naciones Unidas sobre sobre el VIH/sida) y la revista médica de referencia The Lancet.
Pero no todas las figuras preeminentes han demostrado esos deseos de igualdad. En 2010, el antiguo gobernador de Tokio, Ishihara Shintarō, describió la homosexualidad como un “defecto genético”,
y el año pasado el gigante de los videojuegos Nintendo confirmó no tener planes para incluir la
opción de crear parejas homosexuales en su popular serie de juegos de simulación
Tomodachi Life.
No obstante, la tolerancia y la concienciación parecen propagarse. Aunque el estado marital legal siga
eludiendo a las parejas homosexuales, muchos lugares como Disneyland Tokio y el templo budista
zen del siglo XVI Shunkōin están al menos ofreciendo a todas las personas, independientemente
de su orientación sexual, la oportunidad de disfrutar de un día de boda feliz y memorable.
Pero el reconocimiento oficial del matrimonio de personas del mismo sexo puede tardar. A pesar de
que el 74,6% de los encuestados en un sondeo realizado en marzo de 2014 afirmaron creer que
la sociedad era injusta con los homosexuales, más de la mitad declararon también no apoyar el
matrimonio homosexual.
Las respuestas del grupo de edad entre los veinte y los treinta años sí que mostraron una nota
positivista, ya que un 70 % de ellos se mostraron a favor de un reconocimiento oficial de las uniones
entre personas del mismo sexo.
Con informaciones de "Nippon" y "Sentidog.com"