La propia Akie Abe difundía algunas fotos de la marcha en su perfil de Facebook, en el que expresaba además que con su participación en el Orgullo de Tokio quería “ayudar a construir una sociedad donde todas las personas puedan llevar vidas felices y libres de discriminación”. Una participación que sin duda ayudará al Orgullo de la capital japonesa -del que ya nos hacíamos eco en su anterior edición- a ganar visibilidad, algo importante en un país en el que el activismo LGTB está poco desarrollado, que no dispone de una legislación antidiscriminatoria a nivel nacional y que no reconoce aún derechos a las parejas del mismo sexo.
Akie Abe no es, desde luego, una “primera dama” japonesa al uso. No duda en mantener públicamente posiciones más progresistas que las de su marido (se ha definido por ejemplo como “antinuclear”) y ha querido comprometerse de un modo muy especial en el ámbito del VIH (la carroza del Orgullo en la que participó mostraba carteles alusivos al tema). En febrero participó de hecho en una cumbre organizada en Londres por ONUSIDA y la revista The Lancet en el que era su primer viaje oficial sin su marido. Allí pronunció un discurso en el que se mostró muy sensibilizada ante el estigma y la discriminación que sufren las personas con VIH.
Fuente: La esposa del primer ministro de Japón desfila en una carroza del Orgullo LGTB de Tokio