En concreto la región sureña conocida como el ‘Bible Belt’ (Cinturón bíblico) -Mississippi , Louisiana y Georgia- tradicionalmente de posiciones más conservadoras y con legislaciones que prohíben el matrimonio entre personas del mismo sexo presentan un índices más altos en lo que a pornogay on line se refiere que estados del Norte más liberales como Nueva York.
Esta paradoja conectaría con estudios que indican que la homofobia está relacionada con la excitación homosexual, que el individuo homofóbico desconoce o niega.
Tema que, por otra, parte han tocado películas como Torrente (“¿Nos hacemos unas pajillas, pero sin mariconadas?”) o American Beauty, con ese vecino militar y ultraconservador que se pone a cien con Kevin Spacey.
Sin embargo, la explicación debe ser bien otra. Allí donde resulta menos aceptable socialmente buscar placer con una pareja del mismo sexo, el internauta homosexual recurre más asiduamente a la pornografía digital, que evita riesgos y juicios públicos. Mientras que en otros medios menos hostiles, este ostracismo se rompe. O sea, que se busque más porno gay no significa que haya más población homosexual –aunque sea en el armario- sino que resulta más peligroso para los gays mostrar sus preferencias sexuales.
Fuente: Donde hay más homofobia es donde más porno gay se busca en internet