El vaticano sigue con sus posturas discriminatorias históricas: definen a la homosexualidad como una desviación de la naturaleza, se oponen al matrimonio igualitario (haciendo “lobby” en todo el mundo para que no se aprueben las leyes), continúan con la complicidad con el abuso de menores, con las campañas en contra del aborto, en contra de la educación sexual integral y en contra del uso del preservativo.
Durante este año hubo gestos y declaraciones públicas de Francisco I, que produjeron “impactantes” noticias con extensos debates, pero que no produjeron ningún cambio ni en las políticas del vaticano y menos en los documentos que conforman el dogma actual de la iglesia. También y coetáneamente, existieron otras declaraciones públicas por ejemplo del cardenal español, Fernando Sebastián, (designado por el papa Francisco I) que nos definió como “deficientes” y aclaró que nos podemos “recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado'.
En Argentina estamos orgullosos/as del trabajo de las organizaciones de Derechos Humanos como la CHA por las conquistas en una democracia plural y laica como las leyes de Unión Civil de la Ciudad de Buenos Aires, el Matrimonio Igualitario, la Identidad de Género, La Ley de Educación Sexual Integral y la de Reproducción Asistida. Trabajamos para preservar una democracia plural, laica y diversa, como se debe y corresponde, (desde el respeto por las creencias religiosas que tienen o no las personas), queremos preservar la necesaria y saludable separación de la iglesia y el Estado. Por eso resulta un poco inquietante las identificaciones que hacen varios/as políticos/as que, trascienden el ámbito confesional de una religión y enuncian, por ejemplo, que la Ciudad de Buenos Aires es la ciudad del Papa, cuando la ciudad de Buenos Aires es de todos/as los/as ciudadanos/as que viven en nuestro país.
Seguiremos hablando de género, de orientación sexual, identidad y expresión de género, de la necesidad de una educación sexual integral, continuaremos con nuestras campañas del uso del preservativo, promoviendo leyes igualitarias como la modificación de la Ley Antidiscriminatoria, denunciando la estigmatización que promueven varias religiones, como el vaticano, esperando que dejen de discriminarnos de una vez por todas y que, también, dejen de proteger a los sacerdotes abusadores, como lo siguen haciendo.
Pedro Paradiso Sottile, Coordinador del Área Jurídica de la CHA dijo que “Seguimos con las mismas denuncias hacia el vaticano. Hay que terminar con la discriminación por orientación sexual y de identidad de género, con el encubrimiento y el silencio de los sacerdotes abusadores, con los traslados cómplices, con la falta de denuncias y de las acciones que históricamente han llevado a la impunidad de estos/as abusadores/as.”
Fuente: Un año del Papa Francisco: mucho marketing y cero cambios